Noticias El Periódico Tarija

Lo que sucede en muchas unidades educativas de la ciudad de Tarija debe preocuparnos, circulan frente a ellas vehículos de alto tonelaje en horarios pico en el que niños y jóvenes ingresan o salen de ellas, cruzando calles para encontrase con su padres que los van a dejar o recoger, en medio de otros motorizados que se estacionan donde y como pueden, en medio de un caos en el que los camiones y tractores constituyen el riesgo mayor.


Una realidad así es la que se vive en el Colegio «Hno. Felipe Palazón» donde de 7:00 a 7:30 de la mañana y de 12:30 a 13:00, cientos de menores de edad llegan o salen apresurados, esta calle es usada como una especie de ingreso a la avenida de circunvalación de sur a norte o una salida de norte a sur, lo serio es que motorizados de alto tonelaje van y vienen a velocidades peligrosas sin que haya siquiera alguien que controle, no hay policías ni representantes del municipio, no hay quien haga que reduzcan la velocidad y menos que se detengan cuando los niños van a cruzar, peor aún cuando muchos de los conductores de estos grandes camiones se  portan abusivamente adelantando y realizando maniobras de alto riesgo.

A pesar que ciudadanos preocupados constantemente han hecho llegar sus quejas a las instancias correspondientes, a pesar de haber publicado imágenes en las redes sociales, las autoridades hacen oídos sordos y miran para otro lado. Hace unos meses la alcaldía dispuso que se efectúen tareas de control en el lugar pero tan sorpresivamente como llegaron, desaparecieron y todo volvió a la «normalidad», todo volvió a ser peligroso de nuevo, ya que se impone la ley del mas grande, del más fuerte. Ojalá no se esté esperando que suceda una tragedia para querer hacer algo, la negligencia y desinterés no pueden exponer tanto a nuestra gente.

Es sabido que existen otro puntos donde esta macabra experiencia se repite todos los días, es hora de manifestarse, de hacer escuchar nuestra voz, no es posible tanta dejadez, no es tolerable tanto desinterés ante el reclamo ciudadano. Es un llamado de atención a autoridades municipales y policiales, a alguien le debe importar más allá de la responsabilidad que tienen, es posible encontrar soluciones fáciles y rápidas… sólo es necesario que quieran hacerlo.