Víctor Burguete
@Vburguete
elPeriódico-mayo 24) Si la semana pasada el país presenció la desbocada intervención del ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana en la Asamblea Legislativa Plurinacional, ayer le tocó el turno a Tarija con la intervención del secretario de Gobernabilidad, Luis Alfaro, en la Asamblea Legislativa Departamental.
Alfaro, convertido en una especie de copia criolla del ministro Quintana, acudió al hemiciclo de la asamblea legislativa departamental para responder a la interpelación que el asambleísta del MAS Jorge Arias había solicitado debido a las acusaciones que el secretario de Gobernabilidad vertió contra los legisladores.
El ex diputado pareció volver a sus tiempos de dirigente campesino y, lejos de retractarse, infló el pecho y atacó a los asambleístas calificándolos de vagos entre otras lindezas principalmente a Jorge Arias, quien fue el legislador que propuso la interpelación. ¿Dónde me voy a retractar? ¿Ante un juez, ante un fiscal?, esgrimió desafiante.
Alfaro sabe que dentro de la asamblea departamental le quedan pocos amigos. El MAS no aceptó que saliera de sus filas para luego aliarse con la derecha y la bancada de UD-A, cuyos protagonistas principales son los representantes de Camino Al Cambio, tampoco olvida que el hoy secretario de Gobernabilidad fuera uno de los artífices de la destitución del exgobernador Mario Cossío. Sin embargo, el ex diputado masista no se amilanó e incrementó su actitud bravucona.
Los asambleístas por su parte, que dispararon tiros desde todas las bancadas, le recordaron que a diferencia de él fueron elegidos por el voto popular y le exigieron respeto. Finalmente la asamblea decidió por mayoría de dos tercios censurar al secretario y recomendar su destitución. La pelota ahora pasa al tejado del gobernador, quien será ahora quien decida el destino de Alfaro. Por el momento nadie de su entorno ni del gabinete se han pronunciado pero quizás la situación le sirva a Oliva para tener el pretexto de deshacerse de uno de los secretarios más señalados. El matrimonio por conveniencia entre Alfaro y Oliva ha entrado en la etapa de crisis, por usar la palabra de moda en el departamento.