HUGO DEL GRANADO COSÍO/EXPERTO EN HIDROCARBUROS
El 1 de mayo, el presidente Morales anunció la licitación para la construcción de la planta de polipropileno en Tarija e indicó que en septiembre se abrirán los sobres de las propuestas y que en diciembre se firmará el contrato.
A su vez, YPFB comunicó que la ingeniería conceptual del proyecto está concluida y que se lanzó la convocatoria internacional para la ingeniería básica que incluye el FEED (Front End Engineering Design), y que para 2017 está programada la ingeniería de detalle, procura y construcción (IPC) de las plantas de propileno y polipropileno (AN YPFB 01.05.20)
En la citada convocatoria YPFB divide el trabajo en dos fases: 1) la ingeniería preconstrucción (FEED) y 2) la construcción propiamente (IPC). La primera fase incluye trabajos como la integración de los paquetes de diseño, las especificaciones de los equipos críticos, la estimación del precio del contrato de IPC, el desarrollo de un conjunto optimizado de especificaciones para los paquetes FEED, las especificaciones generales de ingeniería, los planes de operación y mantenimiento, el plan de entrenamiento y otros. La segunda fase, de construcción de la planta, incluye comisionado, puesta en marcha, pruebas de garantía y coordinación general.
Parece inútil la división en dos fases porque el IPC, como su nombre lo indica, incluye la ingeniería. Sólo hubiese bastado un detalle descriptivo de lo faltante.
La convocatoria se dirige además a otras tres contrataciones: 1) la supervisión de las obras. 2) la construcción del acueducto de transporte de agua desde el río Pilcomayo y 3) la adquisición de licencias OLEFLEX de UOP LLC y SPHERIPOL de Lyondell Basell para la producción de propileno y polipropileno.
La planta a construirse tendrá una capacidad de 250 mil tn/año de polipropileno, consumirá 906 tn/día de propano. La materia prima (propano) provendrá de la separadora Gran Chaco. Se estima que la construcción se iniciará el segundo semestre de 2017 y la puesta en marcha será el último trimestre de 2021. Entre el 80 y 90% de la producción se destinará a la exportación, especialmente a Brasil, Argentina, Perú, China y Paraguay. El resto será absorbido por el mercado interno.
Se ha comunicado que la inversión en la planta será de 2.200 MM de dólares financiada por el BCB con crédito de 1.847 MM de dólares y el resto con aporte de YPFB. Es el proyecto más caro de Bolivia, después de la planta de fertilizantes de Bulo Bulo. Dada la magnitud de la inversión involucrada, su gestión debería ser transparente y fiscalizada. Sin embargo, hay algunos antecedentes que preocupan. Veamos:
- La empresa que hizo los estudios de ingeniería del proyecto es Tecnimont. Se trata de una consultora especializada con la que YPFB ya firmó dos contratos: el primero en 2012 y el segundo en 2014. El primer contrato fue para los estudios de ingeniería conceptual de la planta y el segundo para desarrollar el plan estratégico del proyecto, revisión y validación del estudio de ingeniería conceptual, estrategia de contratación PDP+FEED+IPC, fiscalización y apoyo más soporte técnico especializado.
- Este segundo contrato debía estar dirigido a completar los estudios de ingeniería conceptual con los de ingeniería de detalle (PDP+FEED) y no para revisar los resultados del primer estudio (que ellos mismos habían efectuado), eso lo podía hacer YPFB sin mayor problema, pero, además, bajo ningún concepto podía ser Tecnimont, empresa que realizó el primer estudio, la que revise y valide su propio trabajo. Es un contrasentido total. Este segundo contrato debía haber cubierto la fase uno de esta nueva convocatoria. Como no se hizo así, ahora se convoca para la parte faltante de ingeniería incurriendo en un doble costo.
- Tecnimont no podría ser la adjudicataria de esta nueva convocatoria, pese al gran interés que tiene al asociarse con Odebrecht para el efecto, porque, de acuerdo al segundo contrato, esta empresa debe proporcionar asesoramiento técnico a YPFB para la calificación y consultas técnicas que hagan las empresas interesadas en la construcción de la planta. De lo contrario, Tecnimont sería juez y parte nuevamente, en desmedro de la transparencia y eficiencia.
- La relación de YPFB con Tecnimont se ha manejado siempre en reserva. El primer contrato de Tecnimont fue por 3,8 MM de dólares, pero terminó pagándose 4,2 MM de dólares y no se sabe cuánto se pagó por el segundo contrato. Ninguno de los estudios realizados por la consultora se ha dado a conocer y tampoco se sabe cuándo entregaron los últimos estudios. La única noticia que se tuvo de Tecnimont desde que se firmó el segundo contrato (noviembre de 2014) fue que el presidente Morales y el Primer Ministro italiano conversaron sobre el tema en la visita que Morales realizó a Milán en junio de 2015 (13.06.2015 UCOM MHE).