Reuters
Dos sismos remecieron ayer la costa de Ecuador, dejando al menos un fallecido y 87 heridos, en la misma zona donde el mes pasado hubo un devastador terremoto que causó la muerte de más de 650 personas.
El presidente Rafael Correa informó que un adulto mayor es la víctima de uno de los temblores que dejó además algunos heridos, la mayoría leves, y pequeños daños en la infraestructura de las provincias de Esmeraldas y Manabí.
Las circunstancias de la muerte no estaban del todo claras, dijo. «Salió corriendo del sismo, cayó, se golpeó la base del cráneo. Pero también tenemos la versión de que una viga le cayó, estamos precisando la información», añadió.
El país petrolero sudamericano fue sacudido en la madrugada por un sismo de magnitud 6,7, y más tarde sorprendido con otro temblor de magnitud 6,8 que llevó a las autoridades a suspender algunas actividades entre ellas en escuelas y colegios.
«Son réplicas del sismo original. Continuarán estas réplicas y debemos estar preparados para tener réplicas de más de 6 grados», dijo Correa en una conferencia de prensa.
«Las vías del país se encuentran en buenas condiciones, todas despejadas, ha habido cortes de energía ya se está recuperando rápidamente la energía», agregó en un balance de los temblores.
Testigos dijeron que las personas en el área afectada salieron a las calles asustadas por las réplicas, que el Instituto Geofísico de Ecuador reportó como las más fuertes dentro de las más de 1.500 que se han registrado desde el terremoto de abril de magnitud 7,8.
«Estábamos asustados, salimos del edificio que comenzó a moverse muy fuerte. Estaba preocupada por mi hija porque no podíamos hacer llamadas», dijo Pilar Guacho, una empleada de la Alcaldía de Quito de 39 años, quien salió a la calle junto a sus compañeros.