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ABI
El presidente boliviano Evo Morales volvió a deplorar el domingo el golpe de Estado congresal que apartó de la Presidencia de Brasil a su colega Dilma Rousseff y que, dijo, tiene tufillo de responder a intereses proimperialistas.
«Como las Fuerzas Armadas de América Latina tienen una nueva doctrina basada en los pueblos y no pueden hacer golpes de Estado, ahora los procapitalistas, proimperialistas y conservadores emplean el órgano judicial y congresal para atentar contra la democracia», dijo el mandatario durante un discurso en el municipio boliviano de Mineros, oriente de Bolivia.
El Senado de Brasil, mayoritariamente opositor, suspendió el jueves último a Rousseff de sus funciones por 180 días, en consonancia con la Cámara de Diputados que hacía tres semanas había votado por la exclusión de la mandatario electo en 2014 por 54 millones de sus compatriotas y bajo cargos sin sustento jurídico, según analistas internacionales de diversa tendencia.
Mientras en la Venezuela presidida por el izquierdista Nicolás Maduro parece fraguar la destitución, vía congresal y por referendo del sucesor de Hugo Chávez, Morales y su colega ecuatoriano Rafael Correa, se han convertido en el bastión del progresismo instalado en la región a comienzos de siglo.
El mandatario boliviano advirtió el asedio a la democracia latinoamericano después de presentar sus respetos por Brasil, que importa hace 20 años gas bolivianos para el sustento de su industria en Sao Paulo.