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En medio de la turbulencia interna que vive Unidos para Renovar (UNIR) y la incertidumbre generada sobre quien manda de verdad, se puso en tela de juicio la situación de los curules obtenidos en la última elección en el Concejo Municipal y de quienes los ocupan, todo justo cuando ya se hablaba de la renovación de la Directiva de éste ente. Con la aparición del ex alcalde Óscar Montes y la resolución del Tribunal Supremo Electoral, se aceleraron los tiempos, de manera sorpresiva y repentina se adelantó la mentada elección éste jueves como para asegurar que «nada ni nadie cambie de opinión o sea cambiado»… ante la presencia de quien parece dirigirá todavía los destinos de UNIR.
Los argumentos que se esgrimen dicen que es mera coincidencia ésta apresurada elección y lo que pasa en la agrupación, manifiestan que como las normas internas del Concejo no dicen nada sobre cuando se debe realizar y sólo sobre cuanto dura la gestión de la directiva, en este caso hasta el 30 de mayo, se procedió de esta manera… aunque queda la duda si es que se podrá, por ejemplo, en 4 meses convocar a una nueva elección para que a los elegidos se los posesione recién cuando los que fungen terminen su gestión, o sea, el 31 de mayo de 2017, sin que nadie pueda hacer nada para cambiar eso, parece que existen vacíos legales que usados hábilmente permiten cuasi aberraciones en nuestro municipio.
Lo llamativo es que al parecer tampoco está definido un tiempo mínimo necesario para convocar a los concejales para sesionar, en otras instancias como mínimo se exigen 24 horas de anticipación con la correspondiente notificación, hasta el miércoles en la tarde se conoce que habían concejales que no imaginaban que iban a elegir a su directiva al día siguiente en la mañana. Se dice también que se adelantó la elección porque hay leyes importantes pendientes, como si los concejales que las están tratando fueran a dejar de serlo, como si no podrían seguir haciendo su trabajo desde el lugar que ocupen en la nueva directiva. Otra razón explicada dice que hay concejales que viajarán para cumplir con compromisos institucionales, parece que hay un problema con las prioridades. En fin, argumentos muy livianos que revelan que se tuvieron que adelantar pasos ante la inminente crisis en UNIR y sus consecuencias, que seguro continuará dando que hablar. Lo que está claro es que no será fácil para nadie, que nadie cederá y que mientras transcurra más tiempo las tensiones pueden crecer y el enfrentamiento tornarse más crudo todavía.