Noticias El Periódico Tarija

LIDIA AZURDUY R./BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico-May 8) La luz del sol genera la producción de vitamina D, desencadenando una respuesta inmunitaria en el organismo que envía células protectoras y reparadoras a la piel, produciendo una sensación de bienestar. Sin embargo, la sobre exposición en tiempos en los que el cambio climatológico trae consigo desastres, el sol puede causar múltiples daños incluso en nuestra llamada: “Sucursal del Paraíso”.
Los efectos sobre la piel del ser humano han sido estudiados y demostrados en el mundo entero: Envejecimiento a la piel de manera prematura, pigmentación irregular, enrojecimiento; con el riesgo de llegar al cáncer de piel, incluidos el carcinomia de células escamosas, el carcinoma basocelular y el melanoma maligno. El riesgo aumenta en la ciudad de Tarija, momento en que las autoridades municipales de Cercado talan árboles sin remordimiento alguno.
Es ese ejercicio de autoridad el que ha permitido la tala de árboles ribereños violando las normas vigentes; el casco viejo ha sufrido cambios importantes con el ensanchamiento de veredas y con ello las victimas silenciosas han sido los árboles, seres vivos que estuvieron presentes antes que muchas de las autoridades y funcionarios. La respuesta desde el Municipio de Cercado fue el anuncio del plantado de nuevos árboles, lo que llama la atención es que los espacios librados para ello son demasiado pequeños para albergarlos, a la fecha seguimos a la espera que lo que en apariencia parecen ser arbustos engrosen y realicen una metamorfosis hacia árboles de cualquier especie.
Caminar por el casco viejo en la búsqueda de sombra implica resguardar los pasos en las edificaciones de cemento, esquivando así los rayos solares, pero no sólo es un tema de salud, sino cuan distinta es la imagen de una ciudad con árboles a la imagen de una ciudad por más moderna que fuera rodeada de cemento.
Pero no sólo es imagen sino es despertar consciencia en percatarse que el hombre no es dueño de la tierra donde vive, que es un ser más que habita, que no puede disponer libre y arbitrariamente a la tala por una visión de ciudad a construir. Porque el futuro lo estamos diseñando pero el presente se convierte en un pasado vergonzoso…
Sin duda el cuidado del medio ambiente es una tarea del colectivo, sin embargo es igual de importante que los representantes munícipes electos por voto, depositarios de la confianza de la gente, puedan planificar proyectos, programas y el crecimiento ordenado de la ciudad no bajo discursos amables con el medio ambiente sino con acciones y la construcción de una forma de vida amparada en principios de desarrollo sostenible. (eP)