Noticias El Periódico Tarija

José Félix Gutiérrez

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El programa solidario productivo (PROSOL), es en la actualidad un tema de interés departamental que está en la opinión pública de la población y de las organizaciones e instituciones del departamento de Tarija. En los últimos días han surgido planteamientos de Instituciones, organizaciones y personas particulares que plantean la suspensión del programa PROSOL y/o un referéndum para que defina la población sobre su permanencia  o no. Al respecto es necesario escuchar razonamientos que van en otra dirección y que tienen razones de peso para sustentarlas.
Me permito transmitir ideas contrarias a las que ha propuesto el Comité Cívico y otras organizaciones, partiendo de la experiencia de haber trabajado casi 40 años en el mundo rural de Tarija, con el sector campesino y con sus organizaciones. Es necesario reconocer que el PROSOL es una conquista del campesinado de Tarija que se ha convertido en una política pública avalada por una ley nacional y su consiguiente normatividad departamental, por tanto ya es un derecho adquirido que es irrenunciable, de igual manera que es irrenunciable el 11% de las regalías para Tarija como una conquista histórica del departamento. Ir contra esta realidad es inviable.
Las razones de fondo que justifican la lucha del sector campesino y su conquista de transferencia de fondos para apoyar la producción agropecuaria en las comunidades campesinas, se basa en una deuda histórica que se ha tenido con el campesinado que ha estado marginado permanentemente y que ha subvencionado con productos baratos a la población de los centros urbanos, lo cual es una realidad incuestionable y socialmente reconocida por la historia.
Se dice que el PROSOL no ha tenido resultados lo cual no corresponde a la realidad, ya que hay muchas comunidades rurales que pueden atestiguar los resultados positivos del PROSOL, que ha contribuido a mejorar la vida de muchas familias campesinas y ha aportado sin duda a la seguridad alimentaria de la población tarijeña, que se alimenta todos los días de productos que vienen de las comunidades campesinas. Otra cosa es que sea necesario analizar, evaluar, mejorar y si es necesario reestructurar y adaptar el PROSOL a la realidad actual, situación que siempre debe hacerse con el sector campesino y sus organizaciones matrices.
Considero que es un error grave y de consecuencias impredecibles la política que ha iniciado el Comité Cívico contra la conquista campesina del PROSOL y su derecho a mantenerle como una política pública ya consolidada, ya que si el Comité Cívico  mantiene esa posición sólo va a llevar a un distanciamiento y enfrentamiento en el departamento de Tarija para perjuicio de toda la población. En el pasado existió un distanciamiento entre lo rural y lo urbano en Tarija, situación que ha sido superada en los últimos años. Promover el volver a esa situación de enfrentamiento es algo grave que no ese debe aceptar, es necesario buscar la complementariedad entre el campo y la ciudad, entre lo rural y lo urbano, entre los campesinos y los citadinos. Las instituciones y organizaciones cívicas deben contribuir a lograr esa armonía en el departamento, de lo contrario el camino que nos espera será tortuoso.
Hay dos riesgos históricos, estratégicos y conflictivos para el departamento de Tarija, que son la relación del Chaco con la Ciudad de Tarija y la relación del mundo rural con lo urbano, situaciones que se han ido mejorando en los últimos años y que sería grave retroceder  y volver al enfrentamiento. La lucha que Tarija ha liderado por la autonomía y contra el centralismo, una vez conseguida, hay que reconocer que dentro del departamento otros sectores y territorios también van a luchar por tener su cierta autonomía, lo cual hay que afrontarlo con dialogo, coordinación, solidaridad y generosidad y no con enfrentamientos.