Luis Fernando Ortiz Daza
profesión
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El Programa Solidario Comunal (PROSOL) fue creado el 16 de marzo de 2007, bajo la Resolución Prefectural Nº 091, como un programa destinado a apoyar al sector campesino e indígena del departamento, con financiamiento de iniciativas de acuerdo a las necesidades y su vocación productiva. Posteriormente el Honorable Congreso Nacional Sanciona la Ley Nº 3741 del 14 de septiembre de 2007, que autoriza a la entonces Prefectura del Departamento, estableciendo “los mecanismos de funcionamiento, gestión, control social y evaluación del programa”.
Hoy este programa se ha convertido la piedra en el zapato de Adrián Oliva al igual que en la gestión del ex gobernador Mario Cossío Cortez. Los conflictos suman y siguen con bloqueos de campesinos que exigen este pago. El programa nace con el estigma del bloqueo y el surgimiento de un líder como Luis Alfaro, un campesino que fue uno de los primeros en enfrentar directamente la política de Mario Cossío y del sector conservador del departamento.
Para Mauricio Lea Plaza, actual asambleísta el PROSOL “Como fue concebido el se reglamentó de forma muy precisa quienes eran los beneficiarios (las familias como unidades productivas), se fijó un mecanismo de rendición de cuentas y fue dimensionado a partir de definir un monto por familia que permitía implantar proyectos que no exigían mayor complejidad en su ejecución.”
A partir de enero de 2011, con el derrocamiento del Gobernador electo el PROSOL se convierte en un botín cedido por el MAS a la Federación de Comunidades Campesinas (FSUCCT) por su lealtad política. Al ser los campesinos y sus dirigentes sindicales los directos beneficiarios del PROSOL, dicha organización social se ha convertido en juez y parte. Este es el problema de fondo en el manejo de este mecanismo de apoyo, la forma como el interinato de Condori ha hecho de él un botín político, completamente desgobernado.
En ese marco, es que se incrementó de forma demagógica y sin ningún sustento técnico, el monto por familia, primero a Bs. 4.500 y luego a Bs. 6.000. Mucho se ha hablado de los destinos y propósitos del programa, se ha mencionado que en todas las gestiones se benefició más a las empresas proveedoras de insumos para el agro y funcionarios de la gobernación que a las comunidades campesinas.
Debido a la baja cotización internacional del petróleo, que tiene efecto en los ingresos del gas, afecta los ingresos departamentales; por esta razón, en la gestión 2015 no se desembolsó para todos los proyectos, esta situación provocó movilización campesina que cercó durante 4 días la ciudad de Tarija.
Debido a este conflicto, el Comité Cívico analiza la posibilidad de una consulta ciudadana, para que la población tome la decisión de continuidad o no del programa o analizar proyectos alternativos al PROSOL.
En ese sentido, el presidente del Comité Cívico de Tarija, Julio Pizarro, dijo “es necesario hacer una consulta, porque la población se hace preguntas permanentemente, si es pertinente o no el PROSOL. Dentro del directorio del Comité Cívico hay consenso para que se pueda plantear una consulta ciudadana para que el PROSOL continúe o se suspenda; se tiene que ver una buena alternativa para que favorezca a la población” manifestó.
Desde la otra vereda, Roberto Ruiz Bass Werner resalta los beneficios que trae el PROSOL a Tarija en un artículo publicado en la prensa escrita, quizás de difícil comprensión por la explicación dentro de la teoría marxista de la acumulación del capital, pero necesario hacer el esfuerzo por explicar por qué se debe seguir con el programa.
Refiere Ruiz: “Un estudio reciente realizado por Carlos Hugo Molina muestra cómo, en Bolivia, se están vaciando poblacionalmente extensos territorios. La ausencia en el área rural de algunos “satisfactores básicos” como los servicios, las universidades, hospitales, empleo estable, etc., junto a las condiciones inherentes al régimen mercantil simple que caracteriza la economía campesina, motivan la migración hacia las ciudades. Este es un fenómeno extendido a casi el total de municipios rurales de Bolivia, excepto en Tarija.
Esta “anomalía”, consistente en que Tarija es el único departamento de Bolivia cuyos municipios rurales no pierden población y, más bien, mantienen productivos sus campos, se explica en función de, por lo menos, dos factores: el Prosol, por un lado, y la política descentralizadora y autonomista impulsada durante la gestión del MAS en la Gobernación, la misma que sólo mantuvo bajo control directo de la Administración Central un 5% del total de la Inversión Pública departamental ¡y que transfirió más del 80% a sus provincias!.
No podemos quitar razón a estos argumentos y válidos también a la hora de poner en picota al PROSOL por parte del comité cívico y que a mi entender no tiene razón de ser porque lo veo personalmente como crónica de una derrota anunciada, si bien desde la gobernación se hace una campaña mediática desde las redes sociales creando una sensación de malestar en la población por los bloqueos y con el consecuente perjuicio para el desarrollo del departamento, no es menos cierto que no se ha planteado seriamente una reingeniería del programa.
Por otra lado al ser Luis Alfaro artífice del PROSOL y ser parte y aliado de la gobernación de Oliva, no puede ser inconsecuente con sus bases que lo han llevado al sitial donde se encuentra. Más allá de su cintura política para acomodarse con quienes otrora eran sus enemigos de “clase”, no creo que convoque o se articule dentro de un referendo para la vigencia o no del PROSOL. Promover un referendo sería suicida y sinceramente no creo que haya una articulación consensuada entre el gabinete de la gobernación y el comité cívico por la composición y los acuerdos con los frentes que la componen.
Aquí sería interesante ver una posición clara de Camino al Cambio como parte de la alianza, considerar sus propuestas económicas con cifras en la mano que al parecer es lo que mejor manejan dentro de la Asamblea Legislativa, que es al final la que va a dar su palabra para una nueva reglamentación si se escucha los pedidos de reingeniería y no los cantos de sirena de una confrontación que va a llevar nuevamente al desencuentro campo – ciudad, a la vergüenza de persecución y golpes en la plaza y a los bloqueos que lastiman a los sectores empobrecidos del departamento.