Noticias El Periódico Tarija

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El zapato ajusta cada vez más y lleva a que comiencen a manejarse alternativas que faciliten superar o paliar la crisis de la mejor manera posible, las negociaciones con el Gobierno sobre el plan de salvataje hasta ahora no muestran avances alentadores y se van cerrando los caminos para la actual administración en la Gobernación tarijeña. Existen compromisos con organizaciones y sectores sociales que implican cantidades importantes de recursos con los que ya no se cuentan, las que presionan para que se les pague, es el caso del Programa Solidario (PROSOL) dirigido a los campesinos quienes, a través de su dirigencia, demostraron una vez más ser capaces de paralizar y asfixiar al Departamento con bloqueos y otras medidas. Sólo como dato de referencia, el PROSOL le significó a Tarija más de $us 150 millones sin que se vea resultado destacable a la fecha. La región no acaba de salir de una movilización de éste sector y ya se habla de ver que hacer ante la realidad que agobia al Gobernador Adrián Oliva.
Al haber perdido la pulseada política en las comunidades y en los caminos, tal vez el asambleísta Luis Pedraza diría que se trata «de otra chambonada», la Gobernación echó a rodar una estrategia que comienza a «publicitarse» con el Comité Cívico y las Juntas Vecinales como propulsores, no es casual que entre los Secretarios haya un past presidente cívico y que el «nuevo amigo» del Gobernador, el alcalde Rodrigo Paz, sea quien parece mover los hilos de la dirigencia vecinal, más si recordamos que su ejecutivo Edwin Rosas es hermano del concejal Francisco Rosas, ex delfín de Óscar Montes y actual y «muy leal y muy fiel» escudero de Paz. Y para que no se entienda mal, no vemos como una mala idea querer impulsar una consulta popular para que sea la población la que decida que hacer con estos programas de dudosos resultados, lo que nos preguntarnos es por qué recién la Gobernación pretende usar éste método si sabía desde hace mucho que no era viable continuar como hasta ahora… Lo único que podemos deducir es que se estuvo probando otras fórmulas que fracasaron políticamente y ante la impotencia de hacerlo por si solos ahora se recurre al pueblo para que la fuerza que no tienen, venga de él.
Escuchamos al Secretario Waldemar Peralta decir que la gente es quien debe decidir cambiar el actual «modelo rentista» y de cemento, vigente desde hace 15 años atrás, incluyendo en su cálculo a Prefectos elegidos a dedo, a Mario Cossio y Lino Condori de paso ( recordemos que recién el 2005 elegimos por voto popular por primera vez a nuestro Prefecto)… y pensar que muchos de los que están en la Gobernación actual apoyaron a capa y espada «el modelo» promovido por Cossio como opositor a Evo Morales.
Consideramos que aquí no se trata de «modelos», sólo de administrar adecuadamente los recursos a través de una planificación responsable que defina la priorización de las necesidades de la población y cómo debemos disponer esos recursos. No creemos que haya un modelo para el despilfarro y otro para la austeridad, pasa únicamente por desarrollar un esquema de administración eficiente en base a lo mencionado. Coincidimos con Peralta en que no podemos seguir así, dilapidando dinero y no atendiendo las necesidades más urgentes y para eso se debe planificar bien. El fondo del asunto radica en el hecho de que la Gobernación no se atreve por si sola a «cortar» el PROSOL, porque sabe lo que sucedería y por eso pretende descargar en los hombros del pueblo la decisión y responsabilidad.  Como dice el Secretario mencionado, se debe analizar la legislación pues tampoco se debe olvidar que el PROSOL cuenta con el soporte de una ley nacional.
Cuando se manejan asuntos delicados en función del cálculo político tradicional, las «pulseadas» no ganadas no sólo afectan a quienes estuvieron «experimentando» con lo que no es de ellos, sino a la gente que depende de las decisiones, buenas o malas, de quienes olvidan que tienen un mandato claro y preciso que parece irse confundiendo con otros extraños intereses.