Noticias El Periódico Tarija

Luis Fernando Ortiz Daza
Psicólogo

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Desde el centralismo nos dicen de manera muy humilde que los tarijeños no tenemos un proyecto de desarrollo propio, el vicepresidente García nos reflexiona con un tono paternalista para que trabajemos en un proyecto de departamento con un horizonte compartido, invirtiendo de buena manera los recursos económicos que recibe la región y dejar de improvisar.
Muy interesante, muy cierto, pero poco autocrítico. El gobierno dice como siempre verdades a medias, cuando bien sabemos que el gobierno central también improvisa y se inmiscuye en el desarrollo de todas las regiones. Ha sido muy claro el período de la intervención de Lino Condori como gobernador digitado plenamente desde el gobierno central, que a decir del actual gobernador Adrián Oliva la causa de la crisis son las deudas generadas por la gestión del MAS y la caída de ingresos en un 30% en el año 2015.
El gobernador sostuvo que en los últimos cuatro años de la gestión, se gastó cerca de 300 de millones de dólares sólo en funcionamiento, de inmuebles, combustibles, una serie de gastos injustificados, no olvidemos también que desde gestiones pasadas en la que se incluye la del MAS a decir de García Linera se gastó mucho dinero en obras que hoy están inconclusas y que no tuvieron una planificación adecuada.
Obras inconclusas de la gestión de Mario Cossío que sufrió una persecución político judicial hasta provocar su huida del país y buscar exilio en el Paraguay, obras como la piscina y villa olímpica que debería haber continuado Lino Condori su sucesor ilegítimo. Obras truncas como la carretera al Chaco con sus variantes y variaciones intencionales en los contratos para favorecer a las empresas constructoras que hicieron pésimos trabajos como la carretera Canaletas – Entre Río y Entre Ríos – Palos Blancos.
Obras que sangran recursos multimillonarios como la carretera San Antonio Caraparí en el extremo sur del departamento, que en principio la realizaba SEDECA con un aparato y dirección corrupta que dilapidaron millones de dólares, luego contratos para su ejecución que nunca se cumplieron ni se cumplen y se sigue construyendo por los siglos de los siglos la vertebración tarijeña.
Bienvenida la reflexión del vicepresidente para que los tarijeños dejemos de ser ingenuos, para que seamos sentí pensantes, para que sintamos algo por nuestro terruño, para que pensemos en el futuro de nuestros hijos, hay una rosca pseudo empresarial que se ha constituido en pequeñas empresas constructoras que se adjudican proyectos con millonarios contratos y no dejan nada.
Hay proyectos como bebé churo y sanito, los abuelitos, etc. que han dotado de alimentos sin planificación, estos subsidios se han dado beneficiando a empresitas que proveían estos paquetes a personas que no los necesitaban, se ha botado ingente cantidad de recursos. Se ha gastado plata en un PROSOL inútil, en un plan de empleo urgente que da trabajo insostenible.
Podríamos seguir enumerando las ferias de todo tipo, hasta de las lombrices gastando en refrigerios, en pomposas ceremonias, baile y grupos musicales, hoy mismo vemos el informe del municipio de Uriondo con un déficit enorme por la organización de la vendimia, gastando plata en grupos musicales foráneos.
Diez años de gobierno con un espectacular ingreso de recursos económicos para el Estado, nunca en la historia Bolivia había recibido tanto. La “nacionalización” de los hidrocarburos, el boom de los precios del petróleo con el consiguiente aumento de los precios del gas que exportamos, permitieron soñar sobre todo al departamento de Tarija con un desarrollo del sector productivo.
Cada año lo mismo, mismas promesas y lamento de la crisis, lamento tarijeño que  se adorna con discursos y esperanzas vacías, está bien que se diga desde el gobierno que se van a invertir 10.000 millones de dólares en el departamento, pero ese sofisma no me lo creo, señor vicepresidente con todo respeto, esa plata se va a invertir en Bolivia, para el desarrollo de todos los bolivianos ya que va a ser en hidrocarburos, petroquímica, perforaciones, electricidad, plantas eólicas, plantas solares, un sinnúmero de represas, infraestructura médica, carreteras.
A excepción de salud y posiblemente carreteras, por lo menos un 90% es inversión para el desarrollo nacional, ya que el gas que no sembramos, la petroquímica y la energía se va a exportar y va a generar divisas al erario nacional, dejando en Tarija la contaminación ambiental, degradación de suelos, desertificación de acuíferos por la prospección sísmica y muchos otros daños más. Por esto y por mucho más el gobierno debería dar una compensación a Tarija y que sea en desarrollo productivo, no más plata a autoridades incapaces y desarrollistas corruptas.
Seamos conscientes el gas ya está en declive, San Alberto está en picada y Margarita en franca declinación, el gas que queda es poco y me atrevo a decir que no vamos a poder cumplir contrato con la Argentina y va a quedar muy poco para el funcionamiento de la petroquímica y los otros proyectos como de los fertilizantes en Río Grande y Bulo Bulo.
Las autoridades departamentales, gobernación, sub gobernaciones y municipios salgan de su zona de confort, hablen de cara al pueblo y no solo hablen de crisis, planteen soluciones a corto y mediano plazo, dejen la demagogia y la confrontación, reduzcan el gasto y prioricen la inversión productiva, sigamos el camino de la vitivinicultura, busquemos el desarrollo agropecuario de la región, seamos el granero de Bolivia, hay que producir trigo para la harina, soya para el aceite, es hora de sembrar el poco gas que nos queda.