Noticias El Periódico Tarija

Están en casi todas las calles, se usan como puntos de referencia y hasta de punteria de algunos inadaptados, algunas están descoloridas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, todos sabemos que existen pero pocos las usamos para lo que realmente sirven, nos referimos a las paradas para el transporte publico, hablamos de las paradas de micros que nadie respeta, ni los usuarios del servicio y menos los «micreros». Ese comportamiento tiene una nefasta influencia en el tráfico vehicular de la ciudad, de por si se desordena todo ya que la gente hace parar el micro en cualquier lugar, a media cuadra, cuando esta doblando en una esquina, en una avenida o en una calle cualquiera… y el chofer no tiene ningún empacho en detenerse también donde sea y en medio de todo, no le importa quien viene atrás, no se colocan luces de estacionamiento ni siquiera ocasionando a veces accidentes… pero no le echemos toda la culpa a quien hace que el micro se detenga desde afuera, resulta que quien ya esta adentro también pide bajarse en cualquier momento y el conductor igualmente le hace caso, eso sucede varias veces en una misma cuadra, seguro ya se imaginan que sucede si multiplicamos esos fenómenos solo por la mitad de los micros que circulan por la ciudad todos los días… es un caos, son centenas o miles de vehículos que también se detienen y ocasionan un congestionamiento insoportable.

Nunca se le dio la importancia necesaria a la organización y planificación de la vialidad urbana en Tarija, hubieron quienes prefirieron no tener problemas con el transporte y permitir que el desorden avance como un pulpo que nos asfixia, hubieron quienes cedieron las calles y avenidas a los caprichos de ciertos dirigentes, también se dio una dirigencia intransigente y abusiva que a fuerza de amenaza y advertencia acobardo a las autoridades si pretendían mover un cartel.

Sabemos que se están haciendo estudios para encontrar salidas y opciones a un problema gigante como es este, más allá de las críticas que ya se escuchan debemos destacar la intención inicial, esperaremos los resultados aunque mientras este estudio refleje sus conclusiones y si corresponde comiencen a implementarse, debemos también hacer notar que padecemos de una enfermedad muy grave y es la falta de educación vial, como peatones y conductores, como usuarios de servicios públicos pero también como prestadores de ese mismo servicio, que podemos comenzar a combatirla sin hacer grandes estudios ni consultorías ni en largos plazos de tiempo. Las autoridades deben incorporar programas para tal efecto que trabajen con la ciudadanía y el transporte, deben usar su publicidad para educar a la gente, para enseñarle como y donde usar un servicio y que exigir al hacerlo así como también a como prestarlo, poco ganamos diseñando planes que pueden ser geniales si no estamos educados para respetarlos, para cumplirlos.