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DANIEL RODRÍGUEZ/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico – abril 24) La Defensoría de la Niñez y Adolescencia identificó a 27 menores de edad que viven en las calles. Este dato fue conseguido gracias a un diagnóstico socio-económico realizado en la gestión del 2015.
De la totalidad algunos perdieron el contacto total con sus familias de origen y otros que tienen contacto parcial, así lo informó la trabajadora social de la entidad, Ruth Totola Flores.
“En el diagnóstico elaborado se identificaron los lugares donde permanecen, a que se dedican y cuál es la situación familia. Frente a los resultados se hacen diversas acciones preventivas y educacionales –dijo Totola-. Ellos están en grupos de dos y tres, además duermen en los cajeros automáticos, en la terminal de buses, en las quebradas, debajo de puentes, entre otros”.
Según la trabajadora social, ahora se trabaja con la restitución de derechos con el Servicio de Registro Civil (Sereci) y el Seguro Universal de Salud Autónomo de Tarija (SUSAT) para que todos los menores que están en las calles cuenten con identificación.
“Se hicieron gestiones para enviar la nómina de niños con datos familiares para que el Sereci elabore los documentos y certificados –aseguró Totola-. La intervención es individualizadas para hacer reinserciones escolares en el turno noche”.

Nuevo programa
El jefe de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Ramiro Pérez, explicó que se hace un trabajo especial con niños en situación de calle en vista que la población de este sector se incrementa en la ciudad de Tarija.
En este sentido, surge la iniciativa en junio de 2015 para implementar un programa de atención a esta población. En esa ocasión se presentó el programa a las autoridades de la Secretaría de Género, Mujer y Familia del Gobierno municipal de Cercado.
“Es necesario trabajar en Tarija con esta población y se implementó el programa desde el 2015. Con el programa se hacían intervenciones con los niños pero eran represivas, es decir, que con la Policía Municipal y Nacional, los llevábamos a centros o albergues. Más tardaban en llegar que en salir –comentó Pérez-. La diferencia ahora es que ahora se hace un trabajo consensuado para orientar y prevenir con talleres, charlas y atenciones médicas. Para realizar una orientación no lo hacemos de manera obligatoria sino que los niños asisten de manera voluntaria a las reuniones que se hacen con videos y profesionales”.