Noticias El Periódico Tarija

CÉSAR CHELALA

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Los que descartan rápidamente a Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos están equivocados. El análisis del anuncio de su candidatura, en lugar de ser una expresión de los pensamientos de un hombre confundido, es un testimonio de los caprichos del sistema capitalista, y de los giros impredecibles de la historia.
Trump es bastante incisivo en su opinión acerca de las oleadas de inmigrantes que vienen a Estados Unidos. Eso es algo que yo debiera saber, ya que soy un inmigrante en este país, aunque no necesariamente una de esas personas que “tienen un montón de problemas, y están trayendo esos problemas para nosotros. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Y algunos, supongo, son buenas personas”. Quizás Donald Trump tenga razón. En más de una ocasión he traído algunas tabletas de aspirina de mis viajes al extranjero…
Una de sus soluciones para la guerra en Yemen no es nada menos que brillante. Veamos su solución innovadora. “Y créanme, si nos fijamos en la frontera con Yemen. ¿Se acuerdan de Obama, hace un año, cuando Yemen fue una gran victoria? Dos semanas más tarde, el lugar fue destruido. Todo el mundo escapó –y retuvieron nuestras armas y equipos. Siempre se quedan con nuestras armas. Debemos enviar armas y equipos de segunda mano, ¿no? Si siempre se quedan con nuestros equipos, deberíamos enviarles un poco de chatarra real, francamente, deberíamos enviarles nuestros excedentes. Siempre estamos perdiendo este nuevo y magnífico material bélico”.
¿Ahora, por favor, quién en el mundo habría pensado en una idea más estupenda? ¿Cómo podríamos, el resto del mundo, ingenuos totales, llegar a una idea más brillante? Deberíamos luchar una guerra con equipos y armas de segunda, cosas usadas, y ¡al diablo con ellos! Ellos son los que se van a quedar con esos equipos. ¡Brillante, absolutamente brillante, estos son los pensamientos de una mente única!
Ese es el brillo que le convierte en una persona tan agradable. ¿Su explicación? “Alguien, el otro día, un periodista, un muy buen reportero me dijo: ‘Pero, Sr. Trump, Ud. no es una buena persona’. Es verdad. Pero en realidad lo soy. Yo creo ser una buena persona. Los que me conocen me quieren. ¿Mi familia me quiere? Yo creo que sí. Miren a mi familia. Estoy orgulloso de mi familia… Y además, doy un montón de dinero para obras de caridad y otras cosas. Creo que soy realmente una persona muy agradable”.
Como comentarista político debo admitir algo. Es justo hacia el señor Trump. Que yo no lo quiera tanto como su familia es sólo una reacción mezquina de mi parte. Hasta el momento, no he recibido ni un centavo de la generosidad del señor Trump.
¿Cómo podría la buena persona que es el Sr. Trump resolver los problemas de los migrantes mexicanos que vienen a Estados Unidos para su atención médica? Simple. “Me gustaría construir una gran muralla, y nadie construye muros mejor que yo, creo, y voy a construir una a muy bajo costo. Voy a erigir una gran, gran muralla en nuestra frontera sur. Y haré pagar a México por ese muro. Apunten mis palabras”.
Me doy cuenta de que en los Estados Unidos hay un exceso de gente humilde, somos personas que no podemos hacernos valer a nosotros mismos, algo que hace un verdadero líder. Y aquí viene el pináculo de los pensamientos del señor Trump, incapaz de ser pensado por los mortales comunes. “Ahora, nuestro país necesita a un líder verdaderamente grande, y necesitamos a un líder verdaderamente grande ahora.
Necesitamos a un líder que escribió ‘El arte del compromiso’ (el libro escrito por él mismo). Necesitamos a un líder que pueda traer de vuelta nuestros trabajos, que pueda traer de vuelta nuestras industrias, que pueda traer de vuelta a nuestros militares, que pueda cuidar de nuestros veteranos de guerra. Nuestros veteranos de guerra han sido abandonados. Y también necesitamos animadores”.
Y esa, amigos míos, es la razón por la que necesitamos al Sr. Donald Trump. Él es el único que tiene la característica principal de un gran animador. Una hermosa cabellera…
Consultor internacional de salud pública y autor de “Impacto del Medio Ambiente sobre la Salud del Niño” y “Salud Materna”, ambas publicaciones de la Organización Panamericana de la Salud.