LIDIA AZURDUY R./BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico-Abr 10) La educación ciudadana se ve reflejada en varias acciones, desde el respeto por la democracia, el pago de impuestos, el cumplimiento de leyes y las normas básicas de convivencia.
En nuestra ciudad muchas de estas normas básicas/elementales son omitidas o violadas, generando caos y perjuicio.
En esta oportunidad, reflejamos en el fotoreportaje de «elPeriódico», como la Catedral Metropolitana de la ciudad de Tarija y la Provincia Cercado es víctima del ocio y mala educación de quienes en un afán sin sentido graffitean una construcción emblemática para muchos fieles católicos pero también símbolo de la arquitectura y sobre todo historia tarijeña.
Al tipico desorden que se genera por estar ubicada en un céntrico lugar (como la mayoría de las catedrales del país) hay que añadirle ser vecina de dos colegios, cuales son el San Luis y Santa Ana. Entonces puede observarse de manera diaria como su puerta principal ha sido usada incluso como «arco» de partidos de fútbol, pero además los mensajes de amor de parejas o simplemente verse reducida a un mural de nombres y garabatos en el que se ha convertido.
Hay ciudadanos, que no respetan la implicancia y trascendencia de la Catedral o que simplemente buscan un lugar visible para intentar perpetuar mensajes.
Con seguridad la hora para estos desmanes de índole vandálico es luego que el sol se ha escondido y las penumbras de la noche ayudan el afán, a diferencia de lo que ocurre en la Catedral reflejamos como ejemplo el estado en el que se encuentra la Iglesia de Juan XXIII donde se vislumbra una estructura con mantenimiento continuo y la ausencia de graffiti alguno.
Una de las hipótesis de la diferencia entre una y otra puede radicar en que en la Iglesia de Juan XXIIII la misma cuenta con un cerco de rejas, razón por la que ahuyente esta mala praxis.
Otra de las alternativas para evitar el mal aspecto, podría ser la instalación de las anheladas cámaras de seguridad en la Provincia Cercado, pero lo cierto es que debería bastar tan sólo la buena educación motivados por el cariño al terruño y si aquello no fuera algo suficiente, pues el respeto a lo que constituye patrimonio de Tarija toda. (eP)
