EL CHANCHITO A LA CRUZ, NIÑO MIMADO DEL GOBIERNO MUNICIPAL DESDE EL 2013 ¿POR QUÉ?
El Chanchito a la Cruz, ese plato recientemente aparecido en los festivales tarijeños es, al parecer, el último gran negocio particular de servidores públicos municipales; algo así como un negocio propio, planificado al milímetro, pero con recursos estatales; como la suerte sin blanca de Santa Anita, pero cuando ni siquiera gastaste en comprarte el número: O sea, ¡un negocio donde se gana o se gana, y le cueste a quien le cueste! Si es la cultura, ni modo; si es el medio ambiente, ni modo; si es la salud, lo mismo.
Ese advenedizo, o sea el Chanchito a la Cruz, está entrando a nuestros festivales, no poco a poco ni con esfuerzo propio, sino a grandes zancadas y asistido por la mano negra del estado municipal! Es decir, los festivales son impulsada e incentivados con mentiras oficiales salidas del Honorable Concejo Municipal. ¡La población, seducida por la tramposa pero bien lograda publicidad que el Gobierno Municipal le hace a este plato acude, casi a los empujones, a comer chanchito a cruz!
¿Pero a que nos referimos con «tramposa pero bien lograda publicidad»? Nos referímos a que la publicidad hace alarde, como es costumbre del Gobierno Municipal, de lo más banal y pasajero del chancho a la cruz, pero no dice ni una palabra de sus impactos en el medio ambiente, en la cultura local, o en la salud de las personas. Resultado: el pueblo y la cultura de los chapacos son víctimas inocentes e ingenuas de una muy pensada y sesuda conspiración emanada de las altas esferas políticas de la provincia Cercado.
Ante este inmoral accionar del Gobierno Municipal, la población debe entender, primero que nada, que este artículo pretende defender la cultura tarijeña de esta agresión. O sea, defender el saice, la ranga, el picante de gallina, etc. Debe entender, también, que esta es una confabulación desleal para que estos platos de antaño y parte de nuestra identidad, queden devaluados y en calidad de segundones al lado del nuevo rey gastronómico de Tarija: El chanchito a la Cruz.
Esta conspiración contra nuestra cultura comienza el año 2013, cuando a alguien se le ocurre una idea maravillosa en el Concejo Municipal: Emplazar al Chancho a la Cruz en la gastronomía tarijeña, echándole al mismo tiempo un buen puntapié a algunos de nuestros platos emblema, el saice, la ranga y el picante de gallina
El 2013, mediante Ley Municipal, se nombra a Tarija, capital del «Chanchito a la cruz» por ser patrimonio gastronómico-cultural de Tarija.
A partir de esta Ley, el Chanchito a la Cruz, empieza a copar todos los festivales, kermeses y espacios existentes con un decidido apoyo del Gobierno Municipal. O sea, si es para el chanchito a la Cruz, todo. Denle las riberas del río y que los comensales de éste patrimonio sean saludados hasta por el alcalde si es necesario para agradecerles.
Si es para el chanchito a la Cruz, todo. Nada está demás. volteen los mejores churquis y haganlos leña sin revisar la conciencia, no se preocupen por los pájaros que viven ahí ni por el medio ambiente; el chanchito a la cruz es patrimonio chapado hasta la medula y si es necesario podemos entrar en guerra por él. Y si alguien pregunta por el saice o la ranga, respondan que esos platos son para pelagatos. El chanchito a la Cruz es el plato. No hay otro. Y no te fijes en el precio, aún cuando valga más que cinco sacies juntos, ese plato vale la pena de que el pueblo lo sienta así . Nos encargaremos nosotros, la Secretaría de Turismo, los comunicadores municipales, la publicidad municipal, el alcalde, los concejales, todos cantaremos juntos el himno del Chanchito a la Cruz. Y si es necesario, también le mandamos una carta a Francisco pidiendo que lo santifique. ¡Todo para el chanchito a la Cruz!
Creo que éste es un poco el tenor de la Ley Municipal Nº 23 del 2013
¿Qué dice está ley municipal, tan sui generis que, aparentemente, realiza un plagio a nuestra vecina Argentina, apropiándose del chancho crucificado y declarándolo patrimonio chapaco?
Esta ley, esta basada en una enorme mentira. Por eso éste artículo. Está escrito con tono bufonesco, porque tal realidad no da para más; interpela al Gobierno Municipal sobre ley tan grasa y ridícula. Y el autor del mismo, desearía que el Concejo se mueva y decida por demandar nuestra burla, y luego demuestre con papeles que el Chanchito a la Cruz es tarijeño. Nosotros decimos ¡mentira!, y salimos en defensa de nuestro saice, nuestra ranga y nuestro picante de gallina, que tan indefensos han quedado.
Pero veamos ¿qué dice el artículo numero uno de la Ley grasa?
«ARTÍCULO 1º (Objeto).- La presente Ley tiene por objeto declarar a la Ciudad de Tarija y la Provincia Cercado “Capital del chanchito a la cruz” por ser Patrimonio Gastronómico-Cultural de Tarija.»
O sea, esta declaración es tan falsa como inmoral y maquiavélica. Todos los que somos tarijeños, sabemos a la perfección que ese plato no es de aquí. Es más, al contrario que al saice, que los abuelos de mis abuelos posiblemente ya lo cocinaban y lo comían, el «chancho no tiene más de un lustro en nuestros platos.
Con esto en mente, uno se pregunta, ¿cuál de los concejales de hace tres años habrá sido el desubicado, que no sabía nada de Tarija, para proponer semejante estafa a la población y al país, por un lado, inmoral golpe a nuestra cultura, por otro lado, y nefasto impacto al medio ambiente y a la salud de los tarijeños?
«ARTÍCULO 2º. (Finalidad).- Incentivar, impulsar, respaldar la producción porcina y preservar la tradición de la elaboración del Chanchito a la Cruz promoviendo la realización de al menos un evento anual en diferentes puntos del territorio municipal de la ciudad de Tarija y la Provincia Cercado.»
Habiendo leído el artículo 3, no sería del todo desacertado asegurar que debe haber más un chanchero entre los altos funcionarios del Gobierno Municipal, y por eso elaboraron y promovieron esta Ley. De otra manera, ¿por qué podrían estar tan interesados en incentivar, impulsar y respaldar la producción porcina? ¿Quién, o qué componente de nuestra cultura recibe o recibió tanto apoyo y, además, con tanta intensidad?
Asimismo, uno también se pregunta: ¿de qué tradición de elaboración del «Chanchito a la Cruz» hablan, si esa tradición no es de aquí? ¡Solo hace falta ser de aquí para saberlo!
O por último, ¿por qué hay que promover la realización de festivales del «chanchito a la cruz» en toda la Provincia? ¿Qué de beneficioso o de noble tiene ese plato por sobre otros platos o tradiciones tarjetas que no reciben ni un cuarto de pelota? ¿Acaso es un plato muy sano, o muy benéfico para el medio ambiente? ¿O acaso sus impulsores saben de algún virtuoso secreto que el «chanchito a la cruz» tiene para la población?
Definitivamente, ¡no entiendo!
«ARTÍCULO 3º. (Aportes).- Autorizar al Ejecutivo Municipal presupuestar recursos económicos con la finalidad de coauspiciar eventos regionales, nacionales e internacionales del “Chanchito a la Cruz”
¿Qué? O sea, ¿por qué tenemos que gastar recursos llevando al «chanchito a la cruz», ese plato que no ese nuestro, a nivel nacional e internacional? O mejor dicho, ¿cuanto se gasto ya en este auspicio desde el 2013? Porque promover de esta forma la competencia desleal en contra de otros platos que nos hacen en nuestra identidad?
¿Que habría dicho el Gringo Limon? quien a puro pulmón emplazo a nuestro saice en todo Bolivia. Si decimos que el chanchito a la Cruz es el plato patrimonio gastronómico de Tarija, los cambas, los collas, y todos los que no son de Tarija, se preguntarán extrañados: ¿Y que pasó con el saice?
ARTÍCULO 4º (Apoyo Institucional).- Instruir al Ejecutivo Municipal que a través de las unidades correspondientes, proporcionen apoyo y recursos necesario a la producción y cría de cerdos, con la finalidad de incentivar la actividad porcina en todas sus manifestaciones.
Esto autoriza entre comillas tal vez, hacer del Relleno Sanitario de Panpa Galana, el botadero de basura, el criadero de chanchos más grande del departamento y posiblemente de Bolivia no el más grande de Boliva.
Habiendo leído detenidamente los 4 artículos de esta tan incomprensible, infundada y cuestionable Ley, me pregunto ¿cuales serán las verdaderas intenciones del embutir este plato en nuestra cultura, promocionarlo, financiarlo y hasta exportarlo como si fuese una tradición nuestra? Porque viniendo de quien viene, un Concejo Municipal dirigido por una persona que ni siquiera es tarijeña, o sea, de alguien que conoce y le interesa poco o nada nuestra cultura, ¡al menos me deja grandes dudas de sus verdaderas intenciones!
Sobre todo cuando analizamos los golpes que recibirá nuestra cultura, si se favorece tanto un plato. Yo diría que los otros platos tarijeños, como el saice, la ranga ranga, y el picante de gallina entre algunos de ellos, si no desaparecen de nuestra cultura, al menos pasarán a jugar un papel secundario o terciario. Si ya ahora, a menos de tres años de comenzar con esta farsa, la gente come más chancho que todos los otros platos juntos, incluso cuando cuesta al menos cuatro veces más, podemos estar seguros que esto es lo que ocurrirá.
Asimismo, las consecuencias ambientales son y serán funestas. Para esto debemos saber que en promedio, se utiliza un árbol de churqui cada 5 chanchos. Por lo tanto, para satisfacer la necesidad de leña de uno de los festivales de chancho a la cruz que la alcaldía organiza, se tendrán que derribar entre 50 y 100 churquis. Y a esto debemos sumarle el hecho de que cuando el churqui muere, no solo muere él, sino pájaros y decenas de especies de insectos que en él viven y que juegan un papel fundamental en la ecología del valle central.
Y del mismo modo, no debemos olvidarnos que, debido a la cantidad de grasa que contiene, la carne de chancho está entre las más dañinas de todas. Si nuestro consumo se incrementa, el nivel de colesterol se incrementará proporcionalmente. Pero además, a esto hay que sumarle el hecho de que el mayor criadero de chanchos del departamento de Tarija y, por lo tanto, el lugar de donde provienen la mayoría de los chanchos que son vendidos en los festivales del «chanchito a la cruz» auspiciados por la alcaldía, es el Relleno Sanitario de Pampa Galana.
En este lugar, como es de conocimiento popular, los chanchos conviven con cientos de perros que, al igual que ellos, buscan algo de comer. Ahí viven de basura doméstica, hospitalaria y todo lo que se pueda comer. Entre la hospitalaria, que es la que nos debería preocupar, están los tumores, pañales, guantes con sangre, etc. Y entre la doméstica, hay de todo, pero posiblemente lo más tóxico son las pilas y baterías. Pero entre los riesgos más latentes, está el hecho de que los animales, perros chanchos, no están vacunados contra la rabia y, como resultado, muchos de los chanchos cocinados en los festivales del «chanchito a la cruz», seguramente son comidos con el mal de rabia.
En fin… ¡un coctel horroroso de mentiras, maquiavélicamente planificado, promocionado, impulsado, financiado y exportado por la Alcaldía Municipal! ¡Que churos tipos!