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¿Tienes el hábito de juntar objetos inútiles, creyendo que un día -quién sabe cuándo- vas a necesitarlos? ¿Tienes el hábito de juntar dinero, sólo para no gastarlo pues piensas que en el futuro podrá hacerte falta?
¿Tienes el hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usas desde hace mucho tiempo? ¿Y dentro de ti… tienes el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos y demás sentimientos negativos?
¡No hagas eso! ¡Va contra tu prosperidad! Es preciso que dejes un espacio, un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida.
Es preciso que te deshagas de todo lo inútil que hay en ti y en tu vida, para que la prosperidad llegue. La fuerza de ese vacío es lo que absorberá y atraerá todo lo que deseas.
Mientras estés, material o emocionalmente, cargando sentimientos viejos e inútiles, no tendrás espacio para nuevas oportunidades.
Los bienes necesitan circular… limpia los cajones, los armarios, el llamado cuarto de‘cachivaches’, el garaje… en fin da lo que ya no uses…
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles encadena tu vida. Pero lógicamente que no son los objetos guardados los que estancan tu vida… sino el significado de la actitud de guardar…
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia… se cree que mañana podrá faltar, y que no tendrás manera de cubrir esas necesidades…
Con esa idea, le estás enviando dos mensajes a tu cerebro y a tu vida: Que no confías en el mañana. Que piensas que lo nuevo y lo mejor no son para ti. Y por esos dos motivos es que te alegras guardando cosas viejas e inútiles.
Es así que deshazte de lo que ya perdió el color y el brillo… deja entrar lo nuevo a tu casa… y por ende dentro de ti mismo.