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ABI/BOLINFO
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El presidente Evo Morales aseguró el domingo que con una nueva demanda ante organismos internacionales Chile tiene que reconocer que las aguas del Silala son de Bolivia.
    Morales realizó esa afirmación en un acto en el que comprometió financiar obras en el municipio de Tomave del departamento andino de Potosí.
«Si Chile nunca nos ha devuelto ni ha reconocido las aguas del Silala, ahora con una demanda tiene que reconocer, porque las aguas del Silala son de Potosí y de los bolivianos», dijo.
En marzo, el Jefe de Estado anunció que presentará a la Corte Internacional de Justicia otra demanda contra Chile para la defensa de las aguas del manantial Silala, ubicadas en el cantón Quetena Chico de Potosí.
Según datos oficiales, el proceso se iniciará porque las aguas de ese lugar fueron desviadas hace más de 100 años a territorio del país vecino como resultado de una concesión, que posteriormente fue anulada por el gobierno de La Paz.
Asimismo, el Mandatario reveló que esas aguas fueron privatizadas por un grupo de empresarios colombianos, que actualmente distribuyen ese líquido a empresas del país transandino.
De acuerdo a la Cancillería, el recurso hídrico se destina a grandes empresas mineras privadas de la zona del Norte de Chile sin que Bolivia reciba contraprestación alguna.
«No es posible que una empresa colombiana venda las aguas del Silala a empresas mineras chilenas. Nuestra agua se lo venden colombianos a chilenos», cuestionó Morales.
Según medios de prensa, el grupo colombiano Empresas Públicas de Medellín (EPM) vende el recurso vital que llega desde Bolivia a 40 mineras que operan en el norte chileno. Entre ellas a la Compañía Nacional del Cobre (Codelco), firma estatal que administra las principales minas de la región, como Chuquicamata y Radomiro Tomic.

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Economista propone desviar las aguas del Silala
El economista y filósofo Fernando Untoja propuso desviar las aguas del Silala e impulsar todo un proyecto productivo en la zona para aprovechar los microclimas que se presentan en las poblaciones fronterizas de Quetena Grande y Quetena Chico, del departamento de Potosí, en lugar de acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para demostrar con un juicio de que no se trata de un río internacional, sino de manantiales.