SIDAR PACA/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico –abr 04) “Soy de Paycho”, dijo Carmen Cano de 27 años de edad. Es de una de las comunidades rurales del departamento de Tarija, donde la economía de su población se basa en la agricultura de varios productos agrícolas. Ella vino a trabajar a la ciudad tarijeña para poder mejorar su situación debido a que su familia perdió su producción agrícola por un desastre natural. En ese sentido, al llegar a la capital chapaca no logró encontrar un trabajo estable, y se dedicó a vender refresco de pelón en una de las calles del Mercado Campesino.
Carmen, con una sonrisa agradable indica que hace más de 10 años que llegó a la ciudad de Tarija para poder cambiar su situación y de sus tres hermanos menores. Su vida refleja la situación de miles de personas que tuvieron que emigrar de su comunidad y llegar a la pujante ciudad tarijeña en busca de una mejor vida, dedicándose al comercio informal.
El 66% se dedica
al comercio informal
En Tarija cada año tiene sufre más del fenómeno social conocido como “migración”. Cada gestión personas de las áreas rurales de Tarija o de otros departamentos se trasladan a la ciudad capital en busca de desarrollo y una mejor calidad de vida.
Este fenómeno social que afecta a varios departamentos y ciudades capitales del país desde hace varios años, y tiene sus efectos directos en la economía. En primer lugar los individuos migrantes del campo generalmente comienzan a desarrollar actividades como el comercio informal, como consecuencia a la falta de empleo en la ciudad de Tarija. Sin embargo, no reciben ningún tipo de beneficios laborales, pero logran conseguir recursos económicos diarios para cubrir sus necesidades y de sus dependientes.
En ese marco esta forma de vida logró integrarse en la vida diaria de la gente tarijeña, y una gran muestra de ello es un estudio que realizó la Fundación UNIR Bolivia, que indica que un 66,7 por ciento de la población se dedica al comercio informal en el país.
Calles como la Sucre, Bolívar, Campero, avenida Domingo Paz, Cochabamba, Froilán Tejerina y otras del casco viejo están repletos de personas que se dedican a este rubro, que a su vez conforman sindicatos de comerciantes para ser parte de la Federación de Gremiales del Departamento de Tarija, dirigida por Adriana Romero.
Identidades en
la sociedad laboral
En la ciudad de Tarija se distribuyen los empleos en instituciones públicas, empresas privadas o negocios formales. Pero en su mayor parte, las personas están optando por una fuente laboral informal, realizando actividades comerciales en bienes de dominio público.
Asimismo, este medio de comunicación pudo evidenciar que el comercio informal tiene un carácter familiar. Es decir, que los padres junto a sus hijos, hermanos y tíos, salen a realizar su actividad económica y comparten más de un puesto con el objetivo de emplear a todos sus parientes.
“Yo soy de una comunidad de Padcaya, y con mis hermanos empezamos a preparar las blanqueadas y chirriadas. Mi madre las vende en el la avenida Domingo Paz, y en el Campesino me turno con mis hermanos”, comenta Rosa Armella, mientras junta con dulce blanco en una de sus empanadas.
Semi–Empresarial
El comercio informal en la ciudad de Tarija tiene un aire empresarial en pequeña escala porque el producto se prepara en una sola vivienda y es distribuida por personas ajenas a la familia del productor.
Tal es el caso de “Refrescos el Cumpa”, negocio pequeño que no contribuye a Impuestos Nacionales, pero cuenta con seis carritos de refrescos que se distribuyen en diferentes sectores de la ciudad, ofreciendo aloja de maní, cebada, leche de soya, refresco de coco, de piña y limón.
“Siempre me verás por la calle Potosí vendiendo mis refrescos, una vez que se acaban tengo que recargar mi producto donde se preparan para volver a salir. Gano comisión y tengo un sueldo, pero me gustaría tener otro empleo mejor”, menciona Marcelo, comerciante ambulante.
En 3 años aumentó el 50%
El intendente municipal, Nelson Ruiz, explicó que el comercio en las vías públicas es considerado por los comerciantes como una medida de subsistencia debido a la falta de empleo en todo el departamento, y que esta actividad económica les da varias disposiciones para que puedan cambiar su economía.
En ese sentido, estas personas se valen del comercio informal en las calles de la ciudad para poder asegurar su subsistencia. Motivo que generó un crecimiento de este rubro del 50 por cierto durante los tres últimos años.
“Las personas hoy en día proceden del campo agarran una caja de frutas o cualquier producto para poder vender en las calles de nuestra ciudad. Los que más se incrementa son las vendedoras de refresco y comida”, señaló.
Alcaldía recauda
hasta Bs 1.500 por día
Cuando se habla de comercio informal se refiere a la venta ambulatoria o puestos que se encuentran en la vía pública, como la venta de diversos productos y sub empleos, entre otros. Se trata de una actividad económica que se considera ilegal, ya que no pagan ningún tipo de impuestos al Estado.
No obstante estos comerciantes pagan a la Alcaldía Municipal el famoso “Canchaje”, según el tamaño del puesto comercial que se encuentra en la vía pública, entre dos bolivianos a cinco bolivianos por día.
Parte de este cobro diario se va para el aseo público que lo realiza la Empresa de Aseo Municipal de Tarija (EMAT). El resto va a la Dirección de Ingresos del Gobierno Municipal, que recauda entre 1.000 a 1.500 bolivianos por día por permitir que esta gente se ubique en bienes de dominio público a realizar su actividad económica.
Según el director de la Dirección de Ingresos del Gobierno Municipal, Omar Gonzales, los comerciantes informales se asientan en las vías públicas que están reguladas por la Intendencia y el sector gremialista y les cobran un boliviano por día por puesto y un boliviano para la taza de aseo urbano, pero evitan que esto se institucionalice en el lugar, para que no perjudique al transeúnte.
“Las personas tienen horarios para que puedan realizar sus ventas. Asimismo, utilizan sectores cercanos a los mercados o ferias diarias”, apuntó.
Aporte anual en base
a un censo
La funcionaria dijo que están en negociación con el sector gremial para que los comerciantes informales puedan pagar una contribución anual.
“Se está trabajando para que puedan pagar una patente a comienzos de cada año. En ese sentido la Intendencia Municipal va a realizar un censo de todos los comerciantes para que se los categorice y lleguen a pagar entre 100 y 80 bolivianos anuales por los espacios y según el rubro a que se dediquen”, explicó.
De acuerdo a la funcionaria, este mecanismo de auto empleo es un fenómeno muy importante, sobre todo en la ciudad de Tarija, donde esta actividad va creciendo en gran número cada gestión , debido a la migración de las áreas rurales del departamento y otros.
Además, que la población tarijeña va contribuyendo y fortaleciendo a esta actividad económica, en razón de que la ciudadanía está acostumbrada a comprar de estos negocios ambulantes, y no se dirige a una tienda, mercado o galería.
Población femenina
crece en el rubro
Según a un sondeo que realizó este medio de comunicación a 15 comerciantes de diferentes vías públicas de la ciudad, las mujeres han tomado una participación muy importante en el comercio informal durante los últimos años.
Daniela Castro, comerciante, explica esta situación mientras vende ropa femenina en el Mercado Campesino: “Si miras a tu alrededor y te das una vuelta por el mercado, te darás cuenta que de todos los comerciantes del Campesino en su mayoría son mujeres, que están vendiendo todo tipo de productos. Comercializan, comida, refresco, fruta, verdura, ropa y otros, esto debido a que sus maridos, como es mi caso, se dedican a otros empleos como albañiles u otros oficios”.
Para darse cuenta de esta situación sólo basta mirar alrededor de las vías públicas de la ciudad, donde la mayoría de los comerciantes son del sexo femenino.
Asimismo, según el Intendente Municipal estas personas están amparadas por el carnet de afiliado de la Federación de Gremiales, que les otorga este documento, que les da un patrocinio para que realicen sus actividades en los lugares regulados por la entidad edil. (eP)
Menores de edad en el rubro
SIDAR PACA/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico –abr 04) Son varios los niños y adolescentes que se dedican a este rubro juntos con sus padres. Pero en su mayoría lo hacen sólos vendiendo frutas, bolsas plásticas y otros productos. Actividad que lo realizan durante el día para posterior dirigirse a sus unidades educativas por las noches.
Hace semanas, el sector de niños y adolescentes trabajadores se organizó junto a una ONG y la Defensoría del Pueblo de Tarija para que las instituciones departamentales como la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Central Obrera Departamental (COD), Servicio Departamental Gestión Social (Sedeges), Intendencia Municipal, puedan velar por sus derechos.
En ese sentido, estas instituciones tuvieron una reunión organizada por la Defensoría del Pueblo, donde sacaron las siguientes resoluciones. La principal tiene que ver con crear un sindicato de trabajadores, la construcción de un edificio donde puedan reunirse, mejorar sus condiciones laborales, realizar gestiones que mejoren su situación de estudios y entre otras.
Este tipo de economía no se ha profundizado por el Gobierno Municipal o Departamental. Por ejemplo aún no se ejecutan acciones claras para regular el comercio informal como el negocio de la ropa usada, que crece cada gestión y está controlado por las juntas vecinales, quienes deciden el número de vendedores que habrá en el lugar.
Es en ese sentido, el comercio informal es una forma de subsistencia diaria ante la crisis económica y la falta de empleo, pero también está estrechamente relacionada con la necesidad de reactivar el sistema productivo del departamento. (eP)