Comenzó un abril en medio de problemas y conflictos en el Departamento, nuestro cumpleaños nos «agarra» en crisis y sin dinero, con regiones alteradas y en pie de guerra, con ideas para salvar el mal momento que requieren de una llave, éste abril es muy especial y diferente a los de los últimos diez años por lo menos, lo lógico seria que en el marco de esa crisis de la que se habla los festejos sean moderados y no le mostremos al pueblo que tenemos una mano vacía y la otra que saca plata del bolsillo.
Hay importantes anuncios que vienen de la mano del gobierno nacional, proyectos ambiciosos en camino, lo preocupante es que aún el nivel Departamental no tiene mucha «cintura» y se encuentra amarrado a esta época de vacas flacas, al margen del denominado plan de rescate no se ha escuchado de otra opción. El ministro de Economía. Luis Arce Catacora, casi lo desahució dejando un panorama de incertidumbre que prácticamente abarcará toda la gestión pues cualquier medida que se decida, desde donde se decida, necesitará varios meses para reactivar la economía de Tarija.
Dicen que el hambre aviva el ingenio, tal vez podamos encontrar oportunidades en la crisis, oportunidades para planificar sobre realidades concretas y tangibles, para priorizar las inversiones y darle un destino productivo a nuestros recursos, para aprender a coordinar entre diferentes niveles de gobierno en función de solucionar los problemas de la gente, para saber que no podemos seguir dependiendo del gas que se acaba, para que «inventemos» después de más de una década de jolgorio iniciativas que permitan el surgimiento de otras fuentes de ingresos, potenciando el sector privado para que éste produzca y genere trabajo y riqueza que se distribuya equitativamente. Podemos aprender, el tema es si algunos quieren que lo hagamos, el reto es nuestro y Abril debería ser el mes del compromiso para que lo que hoy nos toca vivir, no vuelva a suceder.