Alfredo Colque Machicado
Economista Máster
en Economía del Gas
y Petróleo
///
Todos sabemos que el departamento de Tarija a través de sus principales campos productores que son Margarita, Sábalo y San Alberto aporta en la producción de hidrocarburos, con el 71% de Gas Natural y aproximadamente con el 65% de líquidos que abastecen no solo al mercado interno, sino también los mercados de exportación como son Argentina y Brasil, incluso aporta con su gas en los proyectos de generación de energía eléctrica así como en los proyectos de industrialización, entre otros y así ha sido durante los últimos 20 años generando para el país más de 35 mil millones de dólares, de los cuales el 15% 5 mil millones de dólares “retornaron” en teoría a nuestro departamento, sin embargo a pesar de que Tarija es el mayor productor de hidrocarburos de Bolivia e impulsor de la economía nacional, lamentablemente en la industria de los hidrocarburos es la quinta rueda del carro, ya que no tiene ninguna participación peor decisión en la política hidrocarburífera nacional, digo si es que hay una.
Y no estoy exagerando Tarija no sólo no es partícipe, peor protagonista en absolutamente nada de la industria hidrocarburífera boliviana, sino que hasta somos la burla a la hora de exigir mayor participación, lo peor es que caemos como tontos cuando recibimos paliativos del sector, véase lo que sucedió con la Oficina de Hidrocarburos que después de su inauguración con bombos y platillos y haber posesionado a un encargado que no tenía idea cual iba a ser su trabajo ahora no abre sus puertas para brindar algún tipo de información a la ciudadanía, como se lo prometió en el lanzamiento de esta oficina regional del Ministerio de Hidrocarburos, allá por abril de 2013.
Lamentablemente no es el único caso en el que ubican a Tarija como un cero a la izquierda a la hora de hablar sobre hidrocarburos, véase lo que sucede con el famoso Representante ante YPFB, que hasta la fecha y después de tres años y un mes no puede ser designado por los asambleístas departamentales que son de acuerdo a la normativa, los encargados de encaminar esta responsabilidad, evitando así que el principal productor de gas en Bolivia no logre tener acceso a las principales decisiones de YPFB, con esta actitud desleal podemos evidenciar que los enemigos no están afuera, sino dentro de nuestra propia casa.
Otro ejemplo es la Sala de Control y Monitoreo de Hidrocarburos que funciona como brazo operativo de la Secretaria de Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija y que supuestamente tiene toda la información en tiempo real del Centro Nacional de Fiscalización y Control de Hidrocarburos para conocer los volúmenes de producción de hidrocarburos de nuestro departamento, pero que lamentablemente no pueden ser verificados in situ, es decir fiscalización real en campo, por la falta de profesionales calificados y bien pagados, obligándonos a aceptar como cierta la incompleta información digital recibida, desgraciadamente así seguimos ciegos en el sector sin saber si a Tarija se le transfiere o no lo correcto tanto por regalías e IDH.
De la misma manera, sucede a la hora de solicitar y exigir que las empresas Petroleras que operar en territorio tarijeño abran sus oficinas en nuestro departamento, o que los empresarios tarijeños tengan mayor participación en la inversión de YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos, o que Tarija participe como socia de los proyectos de industrialización, o que la empresa estatal y las transnacionales contraten más personal técnico y profesional tarijeño, porque todas estas y muchas más a la hora de la verdad caen en el mismo saco roto de la indiferencia y el no importismo, pese a que somos el mayor productor de hidrocarburos del país.
Sin embargo como ven no todo es culpa de otros, sino también nuestra, porque parece que no estamos a la altura para que desde Tarija propongamos políticas de Estado, estrategias, planes, actividades y tareas que dinamicen las actividades del sector energético en el país, peor proponer y viabilizar la nueva Ley de Hidrocarburos que se espera desde hace bastante tiempo y, entre otras cosas, posibilitar que nuestro departamento elabore su propia estrategia de desarrollo energético. Posiblemente la solución no está tanto en el gobierno central que es el operador principal en materia de política energética, sino en el Gobierno Departamental y otras instituciones cívicas y políticas que son quienes deberían ver la forma de hacer efectiva que Tarija el mayor productor de hidrocarburos de Bolivia deje de ser la quinta rueda del carro.