LIDIA AZURDUY R./BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico-Mar 27) Los espacios recreacionales son vitales en la vida de todo ser humano, los espacios públicos dedicados a ellos forman parte integrante del desarrollo de la salud mental de todo individuo, tanto que incluso la Constitución Política del Estado (CPE) lo reconoce.
En medio del ritmo apresurado en que transcurren nuestros días es justo devolverles a nuestros niños cierta calidez.
Debido a factores que son propios al crecimiento de la ciudad, como es el aumento del parque automotor, aumento de la inseguridad y otros, quizás ellos ya no tengan el privilegio de pasar tardes enteras en juegos callejeros, junto a vecinitos con los que bastaba la imaginación para que transcurran horas de juego sin mayor peligro que el de terminar con algún raspón en las rodillas o morete.
A pesar de estas desventajas por el llamado desarrollo, es necesario que los espacios públicos sean diseñados de manera adecuada, bajo principios ambientales y de seguridad que permitan juegos sanos, lugares abiertos que incentiven el ejercicio físico para sacar a la niñez detrás de la tecnología que en exceso impide el desarrollo y disfrute de una etapa crucial e inolvidable como la niñez.
En la ciudad de Tarija-Cercado si bien existen esos lugares, como los que se grafican en el reportaje, pero a ellos les falta aún más presencia de seguridad, de personas que vigilen que nada fuera de lo previsible vaya a ocurrir. (eP)
«Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo»
Francesco Tonucci