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EL DIA/AGENCIAS
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Las empresas chinas Sinopec y BGP fueron contratadas por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para realizar tareas de exploración en dos bloques de la Amazonía, que implicarán realizar 61.835 detonaciones de dinamita sobre una línea de 2.675 kilómetros de largo, que tendrán impactos ambientales, sociales y económicos sobre una superficie de 1,8 millones de hectáreas.
La estatal petrolera minimiza los impactos y asegura que solo se afectará el 0,03% de la superficie intervenida.
El director ejecutivo del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), Marco Gandarillas, en entrevista con ANF alertó de las graves consecuencias de las tareas de exploración hidrocarburífera en la Amazonía, que le costará al Estado 728 millones de bolivianos, sin ninguna garantía de retorno económico.
La exploración sísmica se basa en realizar explosiones que generan ondas de sonido, para mediante ellas detectar los posibles lugares donde existen bolsones de gas, petróleo u otros combustibles fósiles.
Basado en información oficial, el investigador detalló que en el bloque del Río Beni se prevé que la empresa Sinopec esté a cargo de 950 kilómetros de líneas de exploración en una primera fase, y en la segunda sobre 717 kilómetros, con una cantidad estimada de 41.675 explosiones. Cada detonación tendrá entre 2 a 15 kilogramos de dinamita.
Para el caso del bloque Nueva Esperanza, Gandarillas señaló que la longitud de líneas sísmicas para la exploración hidrocarburífera alcanzará a 1.008 kilómetros sobre los cuales se detonarán 20.160 cargas de dinamita.
En total se tiene prevista la detonación 61.835 cargas de explosivos sobre 2.675 kilómetros lineales en el norte amazónico boliviano, que afectará a los departamentos de La Paz, Beni y Pando.
«Estamos hablando de un impacto muy grande en un área donde hay otras actividades como la recolección de castaña y donde, por información que tenemos de algunas comunidades, no se ha hecho la consulta previa y se pondrá en riesgo estos bosques de castaña que son la base de subsistencia de estas comunidades», señaló.
Gandarillas recordó que en el área de influencia donde se realizarán las explosiones existen varias comunidades indígenas, algunas extremadamente vulnerables, que se verán afectadas, con lo cual se ejecutará un avasallamiento del Estado sobre derechos consolidados de propiedad sobre la tierra.
«Los impactos en los acuíferos por detonaciones a varios metros bajo el subsuelo serán a gran escala y económicamente no habrá retorno porque es una actividad de exploración general para conocer la zona geológicamente, por tanto a corto y mediano plazo no se resolverá el problema de reservas hidrocarburíferas y las empresas chinas se habrán ido del país como si nada», manifestó.
YPFB: El área de intervención es de 0,03% y 0,04%
ANF consultó mediante un cuestionario a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos sobre este tema. La estatal especificó algunos alcances del trabajo de Sinopec International Petroleum Service Ecuador Co SA (sucursal Bolivia) y la Asociación Accidental BGP.
La empresa prefirió no mencionar las explosiones en el área de intervención para las tareas de exploración hidrocarburífera, pero confirmó que los proyectos que se ejecutan están en la Cuenca Madre de Dios, correspondiente a «sísmica de tipo 2D», lo cual implica que la influencia es «lineal» (solo abarca el lugar donde se producen las explosiones). «La sísmica de Nueva Esperanza comprende 1.008 kilómetros y la sísmica de Rio Beni comprende 950 kilómetros», dijo la respuesta.
«En este entendido, en el área de Río Beni y Nueva Esperanza se tiene un área de intervención de 320,4 y 323,7 hectáreas, respectivamente, esto representa el 0,03 y 0,04% de las áreas mencionadas, lo cual representa una mínima intervención», aseguran las respuestas de YPFB.
En criterio de Gandarillas, la intervención en un área tan sensible como es la Amazonía, rica en biodiversidad y con presencia de pueblos indígenas altamente dependientes de la recolección de frutas, caza y pesca, no funciona de manera matemática.
«Decir que sólo afectará al 0,03% es como decir que una puñalada en el corazón sólo afectará cuatro centímetros del cuerpo (…), igual mata aunque afecte a un 2% del corazón», dijo.
El investigador advirtió que los pueblos indígenas estarán condenados al exterminio de sus propios territorios porque ya no habrán condiciones de vida en armonía con la naturaleza.
Metodología de trabajo
La metodología de trabajo en proyectos sísmicos comprende de acuerdo a la explicación de YPFB a cuatro etapas: topografía, perforación, registro, abandono y restauración. «Estas actividades logísticamente serán realizadas utilizando las vías existentes con el apoyo de helicópteros para minimizar el impacto ambiental», asegura la estatal.
En el caso particular del trabajo en el área Nueva Esperanza, la logística se realizará vía fluvial y aérea debido a la no existencia de caminos. Mientras que para ambos proyectos -dice YPFB- se cuenta con la respectiva licencia ambiental y están previstas medidas de prevención y mitigación para todas las actividades que se contemplan para cada proyecto.
Entre las medidas de prevención y mitigación que empleará YPFB cita el respeto a especies de interés comercial y cultural de las comunidades campesinas e indígenas involucradas, el manejo adecuado de residuos sólidos y líquidos generados durante la ejecución de los proyectos, el compromiso de minimizar lo más posible las áreas del proyecto y otros buscando reducir al máximo la intervención del proyecto en el lugar.