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VÍCTOR BURGUETE/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico –Mar 13) “Mi suplente era de los mineros de FEDENCOMIN. De ahí apenas he trabajado. Un día aparece mi suplente amenazándome, chantajeándome, hasta con que se me iba hacer botar, con dinamitas iba a venir, iba a manifestarse sino iba a dejar el cargo, aquí en la plaza principal con todo así. Entonces yo he llevado esa humillación tan fuerte y después no sabía a quién iba a consultar, qué iba a hacer… Yo lloraba, harto lloraba yo también inocentemente no sabiendo lo que hacer, entonces lloraba me preocupaba de qué me va a hacer”.
Es uno de los testimonios de mujeres bolivianas que han incursionado en la política en los últimos años y que aparecen recopilados en  el libro Detrás de los números: las trayectorias de la paridad y la igualdad en un contexto patriarcal, elaborado por la Coordinadora de la mujer y que fue presentado el viernes en el auditorio de la Universidad Católica Boliviana de Tarija junto a otras dos publicaciones de la misma temática.
El auditorio presenta una buena entrada aunque casi la totalidad de los asistentes son mujeres.  Es un reflejo de la realidad, en donde la mujer es la que, sin apenas apoyo de los hombres, la que ha luchado y está lidiando por el avance de sus condiciones tanto sociales como políticas.
“Detrás de los números la paridad y la igualdad en un contexto patriarcal muestra como hemos ido avanzando las mujeres paulatinamente desde el año 2009 al 2015 en ocupar cargos decisivos. Se enfoca en la parte legislativa y se ha tratado mostrar que ha habido avances importantes en la paridad. La paridad ha sido una conquista muy importante para las mujeres porque ha logrado distribuir el poder entre hombres y mujeres en Bolivia”, explica Celina Tavera, representante de la organización Mujeres en Acción.
En 2014 Bolivia ha sido el segundo país en el mundo en tener una mayor participación de mujeres después de Ruanda. “Estos datos nos muestran de que realmente ha sido importante la lucha de las mujeres y el movimiento femenino en Bolivia para lograr avances en la normativa sobre todo en el ámbito electoral”.
Sin embargo, ese avance logrado no es suficiente y la estructura patriarcal todavía sigue todavía muy arraigada en la sociedad Boliviana.

Barreras machistas
“Vino una serie de dudas de la familia. Teníamos ayuda, intriga de parientes. A pesar de ellos, me apoyaron… Hay rechazo para las mujeres. La experiencia se obtiene afrontando de los desafíos. Es difícil para uno. No sé cómo enfrentar la situación. Me he mantenido con actitud positiva”, señala en el libro otro de los testimonios de una asambleísta departamental de Santa Cruz.
“Como madre he buscado el equilibrio… Si bien, tenemos el apoyo del esposo, tenemos que hacer los deberes por el sentimiento que uno hace la atención a la familia, al esposo, a los hijos…”, asegura otra asambleísta en este caso del Departamento de La Paz.
Y es que son precisamente esas barreras machistas y patriarcales las que no se han conseguido romper. Las mujeres para acceder a la política han tenido que seguir compaginando y conciliando sus labores como madres y encargadas del hogar que la estructura patriarcal impone.
“Esta investigación lo que trata es de explicar un poco sobre esos nudos que la mujeres encuentran a la hora de ejercer un cargo político sobre todo en la distribución de roles en el hogar. Las mujeres al asumir un cargo se ven frustradas muchas veces al momento de querer ejercer porque tienen que seguir ejerciendo sus labores en el hogar y el cuidado de los hijos y la familia. Además esta participación se da en un contexto patriarcal machista que no le permite a la mujer avanzar”, apunta Tavera.
Pero además en muchas ocasiones, las mujeres, para desarrollar su carrera política, deben contar con la autorización del esposo y es en esa negociación donde se ven limitadas ya que en la conciliación casi siempre salen desfavorecidas ya que tienen que asumir ellas solas las tareas domésticas además de llevar a cabo su labor política. Esta situación supone un doble esfuerzo y  jornadas que empiezan de madrugada y terminan también de madrugada.
“Hay testimonios que nos hacen conocer detalles de cómo las mujeres tienen muchas ganas de participar en el campo político pero se ven en muchas ocasiones frustradas. Otro de los nudos importantes hay mujeres que han sido reprimidas y obligadas a hacer acciones que no querían hacer. Han sido también asesinadas por el acoso político. Y eso afecta muchísimo a las mujeres”, indica la representante de Mujeres en Acción.
La situación no varía mucho del campo a la ciudad y el escenario es prácticamente el mismo en los seis departamentos en los que se ha realizado la investigación, entre los que se encuentra Tarija.
“No solo en esta candidatura, yo vengo haciendo vida política casi una década y permanentemente he visto como los varones intentan guardar sus espacios a toda costa y si para ello tienen que maltratar, difamar lo hacen. El recurso más inmediato que utilizan los varones es el de descalificar el aspecto moral de la mujer, ese es el primer recurso que utilizan, y la misma mujer también. Hay mujeres que señalan frente a sus descontentos que algo sexual debe haber por ahí, entonces hay mucho que crecer”, manifiesta una candidata a asambleísta de Cochabamba.

Acoso y violencia
“Con mujeres campesinas e indígenas es peor. Hemos visto, hubo hasta muertes de concejalas en el área rural. Además si tú hablas con muchas concejalas vas a ver que hay mucho sufrimiento, mucho sufrimiento. Yo tengo una compañera de Colcapirhua por ejemplo que no solo la fregaban, no solamente había acoso político de parte de sus compañeros sino que también había violencia de sus compañeros. Se paraban en la puerta, ella era presidenta. Se paraban en la puerta y le decían: ¿A qué hora? ¿A qué hora hay que servir a los chicos el almuerzo, hasta que hora vas a tarda?”, dice otro de los testimonios de una concejal de Cochabamba.
No obstante, con fuerza, tesón las mujeres políticas bolivianas no se han dejado doblegar y han seguido adelante a pesar de las dificultades que les han puesto sus compañeros varones.
“Han querido tratarnos como sus empleadas, como a sus vasallos, los hemos parado, nos hemos tenido que agarrar a gritos lastimosamente. Yo creo que respeto guarda respeto y solo marcas limites, si no marcas límites más bien los demás te avasallan. Porque una es mujer, porque es joven, creen que van a venir a tratarte mal a imponerte decisiones y de hecho hasta ahora seguimos teniendo problemas”, dice otra asambleísta.
Y es que si bien se ha avanzado cuantitativamente en la paridad no se lo ha hecho cualitativamente ya que en la práctica son muy pocas las mujeres que ejercen puestos con poder de decisión.  Frente a esto el libro recomienda algunas sendas a seguir para avanzar en la despatriarcalización en el ámbito político y que el empoderamiento de las mujeres se haga efectivo desde las organizaciones sociales, los partidos políticos y la familia para así poder lograr una distribución del poder efectiva.
“Se tiene que debatir y profundizar el tema del poder para que se vea que todavía no están en igualdad de condiciones los hombres y las mujeres se tiene que hacer un análisis. Profundo al respecto  que los hombres vean también que acciones se pueden tomar para que las mujeres participen. Y propuestas para la modificación de la división del trabajo que como decía es un nudo de los más neurálgicos ver alternativas de las mujeres políticas para ver como hace para dejar a los hijos. Ellas tienen que asumir reuniones hasta las 10 de la noche y se les hace imposible para asumir esas relaciones en el hogar. Hay un contexto sumamente patriarcal entran a jugar a la cancha y las mujeres se ven trabadas por todos lados pero esto nace incluso de las propias mujeres porque hay mujeres machistas”, resalta Tavera.
“Yo creo que es el tema de nuestra incorporación deber ser primero asumida desde la acción no solo desde el discurso. Segundo, no es un tema que se construye solo entre mujeres, es un tema que se debe construir con todos los sectores sociales, que también son los hombres”, señala otro testimonio.

Participación política
Otro de los libros presentados en este acto fue el de La participación política de las mujeres en el Estado elaborado también por la Coordinadora de la mujer y en el que se presentan las estadísticas de la participación femenina en el ámbito político y los avances que ha tenido la normativa desde la promulgación de la Constitución Política del Estado.
“Podemos decir que un hito histórico ha sido la Constitución Política del Estado. Ahí si se ha visto de manera significativa la presencia de las mujeres y se ha logrado incorporar muchos de los derechos por los que han peleado las mujeres. Es un gran marco normativo que rige este Estado y el libro nos muestra eso.  Habla también de la legislación internacional, de los derechos constitucionalizados en el país y  la presencia de las mujeres en el Órgano Legislativo, Judicial, Ejecutivo y en el Órgano Electoral”, indica la psicóloga Janet Arévalo, encargada de dar la ponencia sobre el segundo libro.
La psicóloga detalla que en el libro se han elaborado unos cuadros estadísticos en los que muestran que las mujeres que han liderado las campañas electorales en el país son muy pocas.
“A nivel de las presidencias de los partidos políticos todavía no se ha logrado romper esa brecha.  Tenemos nuevos desafíos para seguir trabajando y el más importante que nos recalca tiene que ver como se incursiona como parte del debate y agendar el ámbito privado y público de donde se mueve la mujer”, subraya Arévalo.

Cifras de la mujer en Bolivia
El tercero de los libros presentados La situación de las mujeres en Bolivia es una recopilación estadística de la realidad que vive el género femenino en el país en cuanto a salud, información sexual, violencia sexual y física, aspectos educativos y otros derechos.
En él aparecen reflejadas cifras que reflejan que el machismo impregna a toda la sociedad boliviana sin distinción de estratos sociales. “Los datos más llamativos son la cantidad de mujeres que sufren violencia ya sea psicológica, física o sexual. En su generalidad casi todas las mujeres han sufrido algún tipo de violencia en su vida. El libro arroja que 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida”, resalta Gladys Sandoval, Defensora del Pueblo y encargada de desglosar este libro para el auditorio.
En el libro existen otros datos que conviene analizar en relación a la salud sexual como que el 61 por ciento de las mujeres encuestadas que sufrieron un aborto no acudieron a un centro de salud o que el 71 por ciento no usa ningún tipo de método anticonceptivo.
La edad de la primera relación sexual de las mujeres y el carácter obligatorio de las mismas es también otro dato preocupante.  El 72 por ciento de las mujeres encuestadas tuvieron su primera relación sexual de 14 a 20 años, un 2 por ciento la tuvo a edades comprendidas entre los 7 y los 13 años.
Sin embargo, las mujeres de 12 a 16 años que tuvieron su primera relación sexual por obligación fue de un 42 por ciento, cifra similar a las mujeres que practicaron sexo no por su voluntad en la franja de edad de 17 a 21 años que fue del 43 por ciento.
En cuanto a los abusos sexuales, casi de la mitad de las mujeres fueron abusadas en el seno del hogar principalmente por el padre la pareja o algún familiar cercano.
Estos datos recopilados por estos libros reflejan que en Bolivia la sociedad tiene que trabajar mucho para acabar con esta discriminación hacia la mujer y avanzar para establecer un país igualitario en derechos y obligaciones que camine hacia el desarrollo pleno. (eP)