Noticias El Periódico Tarija

SIDAR PACA/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico–Mar–11) Paola, de 15 años, acaricia las tiernas manos de su bebe de tres meses. Junto a sus 19 compañeras del hogar de acogida “Vida Digna” comienza su jornada elaborando pan para luego comercializarlo en los centros de abastos de la ciudad. La venta les ayuda a subsistir pero necesitan unas becas alimentarias para ellas y sus hijos que la Gobernación de Tarija no les ha entregado.
 Su sonrisa es el calmante del llanto de su bebé que aún no entiende que ocurre a su alrededor, pero confía en los pequeños brazos de su madre que le sostiene al tiempo de entonarle una melodiosa canción de cuna. Esta es la realidad de algunas adolescentes que fueron víctimas de violencia sexual y que ahora viven junto a sus hijos en el hogar “Vida Digna”, bajo la administración de la institución Mujeres en Acción.
Las menores recibían alimentos del servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), dependiente del Gobierno Departamental, pero la institución hace más de tres meses que no hace la entrega de becas alimentarias, de ocho bolivianos por cada menor de edad, al hogar “Vida Digna” por lo que las jóvenes madres se encuentran preocupadas ya que sus bebés dependen de esos alimentos que no les llegan.
El hogar “Vida Digna” recibe desde hace cinco años a mujeres menores de edad que fueron víctimas de violencia sexual, la mayoría en su entorno familiar, y que a consecuencia de ello salieron embarazadas y ahora viven con sus hijos en la institución.
La directora de la fundación Mujeres en Acción, Lourdes Aguilar, explicó a este medio de comunicación que hicieron la solicitud de las 32 becas alimentarias a la dirección del Sedeges pero fueron rechazadas y a día de hoy siguen sin recibir este beneficio.
“Las becas alimentarias son una obligación del Gobierno Departamental que debe apoyar en la manutención de estas adolescentes que están entre las edades de 12 a 16 años y sus hijos de meses de nacido a cinco años”,  destacó Aguilar.
La falta de becas alimenticias destinadas a 32 menores de edad, de las cuales 20 atravesaron una situación traumática, está afectando a su desarrollo y recuperación por lo que la institución se encuentra realizando “lo imposible” para que las madres jóvenes y sus hijos puedan llevarse algo al estómago cada día.
“Nosotras tenemos que ver las distintas maneras para continuar con esta alimentación porque no podemos decir que vamos a cerrar el centro de acogida–señaló–.Este es el único en el departamento que atiende esta problemática”.
Asimismo, aseveró que están a la espera de una respuesta por parte de la directora del Sedeges para que dé continuidad a la entrega de las 32 becas alimentarias pero hasta la fecha no tienen ningún comunicado de la autoridad.
Aguilar explicó que el trabajo que realizan las educadoras y todo el equipo multidisciplinario del hogar “Vida Digna” es el de restituir los derechos de las menores, provenientes de diversas partes del departamento, derivados a la institución a través de las defensorías de la Niñez y Adolescencia de cada municipio.
“Lo que buscamos es que las menores puedan integrarse nuevamente en la vida en sociedad, sabiendo que lamentablemente  tienen que vivir con el hecho que ellas han sufrido. Nosotras decimos la herida está pero ellas tienen que sobrevivir, tener armas para poder seguir adelante y muchas de ellas con sus hijos”, apuntó.
Paola y su bebe de meses de edad retornan al cuarto de horneado de pan junto a sus compañeras a seguir trabajando pero con la seguridad de que en el futuro les espera una vida nueva gracias al hogar “Vida Digna”, el único hogar que conocen ahora. (eP)

15 adolescentes reprogramaron su proyecto
de vida

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(elPeriódico–Marz–11) La directora de la institución Mujeres en Acción, Lourdes Aguilar, mencionó a este medio de comunicación que alrededor de 15 adolescentes que fueron víctimas de violencia sexual lograron reprogramar su proyecto de vida y ser parte de la sociedad con una profesión gracias al haber estado protegidas dentro del hogar “Vida Digna”.
“Tenemos adolescentes que salieron bachilleres, otras que han logrado entrar a institutos técnicos y que lograron su capacitación como enfermeras auxiliares, panaderas, reposteras entre otras carreras técnicas. Asimismo, muchas de ellas se encuentran trabajando independientemente”, resaltó Aguilar.
Pero también muchas de las adolescentes que atravesaron un momento traumático en una parte de su vida lograron formar sus propias familias.
No obstante, la recuperación de las menores depende mucho de su situación, debido a que cada caso es diferente y el equipo técnico multidisciplinario acompaña esta recuperación con diferentes actividades productivas como  elaborar pan y luego comercializarlo en diferentes centros de abasto de la ciudad, con la finalidad de ahorrar para cuando logren emanciparse. (eP)