En momentos de crisis, en los que los millones ya no se mencionan con tanta facilidad como antes, en los que las preocupaciones se imponen porque supuestamente el dinero no alcanzará para todo lo que se tenía planificado… Es en estos momentos en los que se valora a quienes defendieron los recursos de Tarija y quienes «se hicieron los locos» cuando se requería tenerlos «bien vivos y despiertos». Resulta que ahora el 12% del 4% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que establece la Ley de incentivos petroleros , es realmente importante, no había sido poco peor aún en tiempos de vacas flacas. Todos sabíamos que la bonanza no duraría para siempre, sin embargo era tanto lo que llegaba al Departamento que subestimamos los millones, dejándonos consumir con la soberbia.
Hubo y hay «mucha tela que cortar» en este tema, cuando el Gobierno decía que las autoridades locales estaban de acuerdo con dicha ley, mientras estas lo negaban, que el proyecto de ley les fue explicado y apoyado por ellas, incluso hubo un Diputado que afirmó que existía un acta, que luego apareció, donde firmaban dando supuestamente conformidad a la propuesta que se exponía y que podía afectar los recursos de Gobernación, Alcaldías y universidades. La Gobernación planteó algunos cambios que no fueron incluidos, la Alcaldía como para guardar las apariencias sólo hizo algunas preguntas que no fueron respondidas. Se debe reconocer que aunque un poco tarde, el Gobernador Adrián Oliva manifestó que se oponía a la norma pero reconociendo que en caso de ser promulgada debía cumplirla. El Alcalde Rodrigo Paz, fiel a su estilo de indefinición o de no identificación con los intereses regionales, prefirió «borrarse», tal cual lo hizo en otras situaciones cruciales en la historia temprana de Tarija.
La Gobernación de Santa Cruz planteó una acción que pone en duda la constitucionalidad de la norma, siguiendo su línea pro activa y de leer la realidad siempre varios pasos por delante. Las autoridades tarijeñas no hicieron nada, se dejaron estar, como aceptando el recorte de ese porcentaje sin chistar. Parece que recién ahora que no los tenemos como antes, los millones no pudieron cuidarse solos ya que hubieron «avivados» que los diluyeron en un abrir y cerrar de ojos, y los necesitamos más que nunca. Es decepcionante ver que las iniciativas e ideas no fluyen exactamente desde aquí, como una erupción que anuncia cambios y problemas,