(elPeriódico) El centro de la ciudad de Tarija cada día se convierte en un espacio intolerable por la gran cantidad de vehículos que circulan y ocasionan congestionamiento vehicular. La bulla, los bocinazos, los gases tóxicos, entre otros, hacen que el ciudadano pierda la “tradicional” paciencia que caracteriza a los tarijeños. Sin embargo, el problema aumenta más aún cuando las vías se convierten en parqueos de automóviles. A eso se suma un conflicto mayor, el estacionamiento de vehículos en doble fila y en ambos lados, sin que la Alcaldía de Cercado tome cartas en el asunto y pase de la publicidad y los eslóganes a los hechos.