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Sin duda la administración del Gobernador Adrián Oliva esta preocupada por la crisis económica que afronta el Departamento, si bien era oportuno que al asumir el cargo le dijera a Tarija como encontraba la Gobernación también era preciso plantear soluciones concretas. No se puede desconocer que el decreto de austeridad fue útil y necesario para regular y disminuir el gasto. Pero lo que en últimos meses se le comenzó a reclamar a Oliva fue de que seguía hablando de la crisis y del mal manejo de la gestión de Lino Condori y nada más, no habían propuestas ni planteamientos concretos para enfrentar la tormenta. Uno de sus detractores fue el Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, William Guerrero, que criticó el informe de gestión diciendo que eran mas quejas que nada. Incluso genero expectativa el anuncio hecho el año pasado de que se convocarían a todos los sectores a una cumbre departamental, parecía que allí se querían encontrar soluciones o propuestas apoyadas por todos o la mayoría, que permitieran planificar mejor ante un horizonte oscuro. Pero solo quedó en eso, un anuncio, jamás se convocó y menos realizó dicho evento.
Hoy se oficializa la presentación de un Plan de Rescate Financiero que más allá de los detalles, toca la puerta del Gobierno Nacional para poder ser implementado, hace unos días atrás se envió una nota al Presidente Morales solicitándole recibir una delegación tarijeña que pueda explicarle en que consiste dicho plan y lo que se necesita de su gobierno, aparentemente hasta ahora no hubo respuesta alguna. Lo que queda de esta iniciativa es la revelación de que la región depende de otros factores y elementos para salir del supuesto hueco en el que se encuentra, es decir, entonces se entiende que no habría opción a que Tarija por sus propios medios pueda superar esta etapa, lo que nos hace y muestra muy vulnerables, una ironía y contradicción en la tierra del gas donde los miles de millones danzaron durante una década sin freno alguno, sin control, de mano en mano, hasta escurriese en sólo algunos bolsillos.
Preocupa que el Ministro de Economía, Luis Arce Catacora, en nuestra ciudad manifestara que no conoce sobre el particular aunque mostró su predisposición a llegar a acuerdos. Si el Gobierno Nacional no recibe a la delegación local podría significar que no le interesa el bendito plan y tampoco apoyarlo como una solución, lo que no solo complicaría el futuro de la región sino el de la gestión Oliva. Puede que se planteen cambios o modificaciones, lo que prolongaría en el tiempo su aplicación y resultados. Tal vez el gobierno podría proponer otra alternativa y habría que ver si la gobernación estaría dispuesta a acomodarse a las nuevas reglas del juego. Lo cierto es que dependemos demasiado de decisiones y voluntades externas, lo real es que Oliva esta en manos de Evo para canalizar la salida que hoy considera la mejor para los problemas del Departamento, lo que lo coloca en una difícil situación política en medio de un ambiente caldeado y delicado