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El Movimiento al Socialismo (MAS) en Tarija ha decidido llevar adelante un ampliado departamental, en este evento pretende hacer un análisis exhaustivo de los resultados electorales del 21F , obviamente, de la derrota sufrida por primera vez en diez años luego de victorias consecutivas cómodas y holgadas. En el marco de ese análisis se busca determinar el aporte que han significado los denominados «invitados», aquellos que no fueron parte del proceso de cambio y no estuvieron en sus momentos más tensos y difíciles pero que tampoco encarnan lo que las bases del MAS significan… se trata de clase medieros vinculados al empresariado y profesionales que no cuadran exactamente con la imagen del masista originario y en algunos casos con pasado político vinculado a los partidos tradicionales, a los que el MAS tanto combatió.
El Presidente Evo Morales después de haber conquistado a las masas, a los que provienen de sectores pobres y populares, no pudo ceder ante la tentación de buscar incluir en su proyecto a otros muy diferentes a los que lo rodearon desde siempre, citadinos acomodados que ante su llamado en la «cresta de la ola» no dudaron en ir a su encuentro, más si significaba la oportunidad de acceder a algún puesto de poder. Imaginamos que Evo pretendía sobre todo vincularse con estos segmentos sociales para conseguir su apoyo y ampliar su base electoral, que no sólo sean los indígenas, campesinos, desposeídos y marginados los que compongan su partido, sino otros con mejor formación y condición económica que le permitieran llegar de otra manera en los centros urbanos. La lectura del Presidente no estuvo errada al principio pues ya identifico su debilidad en esos círculos, tanto que si se mira de cerca lo que sucedió el 21F, el SI perdió en todas las capitales de Departamento, por eso a Evo le interesaba tanto conquistarlas. Lo malo fue que al incluir a los «culitos blancos», muchos de sus militantes incondicionales sintieron que sus espacios y oportunidades se reducían, vieron un líder más interesado en cenar con empresarios de traje y corbata que seguir compartiendo el pan con indios de poncho, ojotas y sombrero. Se sintieron desplazados y por eso nunca hubo total convicción por la apuesta del Presidente, eso se tradujo en las campañas, en el compromiso y en los resultados.
Ahora se habla de determinar si el MAS se «izquierdiza» o si se «derechiza», entendiendo lo primero como que tiene que volver a sus orígenes, a sus bases, a reencontrarse, porque se habría extraviado en los laberintos del poder. Lo segundo, sería decir que si se sigue insistiendo con los de clase media en desmedro del originario campesino, el instrumento político podría perder la confianza y, por tanto, el apoyo de sectores y organizaciones que hasta hoy fueron su sustento. Habrá que ver que sucede, habrá que ver que Evo tenemos hoy, si aquel dispuesto a escuchar a quienes lo encumbraron obedeciendo sus mandatos o al otro muy dolido por la derrota del 21F, que sigue desesperadamente buscando culpables y marcado por una herida que duele y que quiere cobrar.