Noticias El Periódico Tarija

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Se dice que cierto día salieron a pasear juntas la Ciencia, la Fortuna, la Resignación y la Integridad, mientras caminaban jovialmente las cuatro por las calles de la ciudad dijo la Ciencia: “Queridas amigas mías, pudiera darse el caso de que por algún motivo nos separáramos unas de otras y sería bueno determinar un lugar donde pudiéramos encontrarnos de nuevo”.
Hizo una pequeña pausa y mirando a los ojos a las tres la Ciencia continuo diciéndoles: “A mí, por ejemplo podréis encontrarme en la biblioteca de aquel sabio, el Dr. X, a quien, como sabéis, siempre acompaño y aconsejo”.
La Fortuna dijo que estaba muy de acuerdo con esa prudente idea de la Ciencia y expreso: “En cuanto a mí chicas, si por algún motivo me perdiese me hallaréis en casa de ese millonario cuyo esplendido palacio está en el mero centro de la ciudad”.
La Resignación con la cabeza gacha y medio nerviosa dijo por su parte: “A mí, amigas, podréis encontrarme en la pobre y triste choza de aquel buen viejecillo a quien con tanta frecuencia veo y acompaño; como todas ustedes sabréis el pobre hombre ha sufrido muchísimo en la vida, allí me hallareis con plena seguridad”.
Como la Integridad seguía caminado y permanecía totalmente callada, sus tres compañeras le preguntaron al unísono: “Y a ti amiga, ¿dónde te encontraremos si te perdemos?”.
La Integridad, bajando tristemente la cabeza, les respondió sabiamente: “Miren… a mí lamentablemente, quien una vez me pierde jamás en la vida vuelve a encontrarme…”.