Fue Jaime Paz Zamora entre 1989 y 1993, en su único Gobierno, quien impuso una dinámica distinta de relacionamiento con otros países, le llamo «la Diplomacia Directa», el Presidente ya no se quedaba más en Palacio Quemado y era el que hacia las veces de Canciller visitando a sus colegas en todo el mundo. Una agresiva política exterior con la pretensión de abrir puertas y traer inversiones al país. Paz Zamora viajo mucho con numerosas y costosas delegaciones, con resultados de toda índole, unos saludados y otros cuestionados. Pero de que desde entonces esa fue la línea seguida e imitada, no cabe la menor duda.
Estos viajes tienen sentido, es decir, tienen objetivos concretos, en muchas ocasiones responden a invitaciones de gobiernos amigos, pasan por lo simplemente protocolar hasta por hacer negocios para el país atrayendo capitales traducidos en obras y proyectos. Resulta muy difícil medir los resultados y justificar la cantidad de recursos gastados o utilizados, pero siempre surgen las observaciones.
El Gobernador Adrián Oliva encara su tercer viaje al viejo continente, los dos anteriores mantuvo contacto con empresas para la implementación de una planta de tratamiento de aguas residuales y participo de una cumbre ambiental. En aquellas ocasiones hubieron quienes lo criticaron y quienes destacaron su gestión. Esta vez, según se conoce, esta en Alemania a invitación de la GTZ y se pretende conseguir financiamiento para una serie de proyectos en el Departamento ante la crisis que afronta. Es importante que el Gobernador tome la iniciativa y asuma acciones que podrían ayudar a Tarija pero debe ser claro y oportuno en la información al respecto y explicar los objetivos de cada viaje para que no se de espacio a la especulación. Igualmente, es conveniente que el Gobernador anuncie al pueblo cuando se va ausentar y para que lo hará, esa comunicación fluida lo acercará a la gente, porque sentirá que es tomada en cuenta en vez de enterarse que su autoridad ya se encuentra al otro lado del mundo.