PRESIONAN PARA QUE ARRANQUE LA GESTION DE OLIVA

El panorama se ve complicado para el Gobernador Adrián Oliva que encara el tercer mes del 2016 pidiendo reajuste del Presupuesto, un plan de rescate financiero y tolerancia a la población ante la crisis que asfixia la gestión. Ni el más pesimista podía prever que en el Departamento más rico de Bolivia, en el que se manejaban $us 700.- millones al año producto de la explotación del gas natural que se oculta en sus entrañas , podía suceder lo que esta sucediendo… un cuadro de crisis e iliquidez grave, se acusa a la administración del ex gobernador interino Lino Condori por un despilfarro descontrolado e inversiones en proyectos sin respaldo pero también se responsabiliza a la crisis internacional del petróleo que golpea al mundo entero, que llego a nuestro país y por supuesto a Tarija con las consecuencias que hoy sentimos, basta decir que el presupuesto 2016 se diseñó considerando un precio por barril de $us 45.- y en los primeros meses de este año apenas llego a $us 30.-, no es difícil imaginar que puede suceder si se sufre una reducción de un 30% aproximadamente en lo que se esperaba recibir de ingresos.

Desde la Asamblea Legislativa Departamental se cuestiona la lentitud de la gestión de Oliva, los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) son más duros y enfáticos  pero también surgen las observaciones de miembros de la alianza gobernante, Unidad Departamental-Autonomista (UD-A), el tiempo se le acaba al gobernador y la población comienza a impacientarse porque la gobernación es el motor económico del Departamento y mientras ese motor no funcione, la falta de dinero circulante más que incomoda y la tolerancia se abrevia. A eso se le deben sumar reacciones de organizaciones y sectores sociales como el campesino y los que trabajaban en el Plan de Empleo Urgente, el primero exige el PROSOL que según el gobernador es insostenible y el segundo prácticamente fue cerrado por falta de recursos, el problema es económico.

El Gobernador, como explicamos, no se cansa de anunciar y advertir la crisis pero también intenta hacer ajustes en su presupuesto para que sea más realista en relación a los vientos que soplan y plantea un plan de rescate financiero que para su preocupación, depende de que el gobierno nacional lo escuche, comprenda, ayude y viabilice lo que sea preciso hacer para aplicarlo, sin ese resorte es imposible. Lo que no se sabe es que sucederá teniendo en cuenta el caldeado clima político en el país después del referéndum del 21 F, la posición por el NO marcada por Oliva y la denuncia de que en la gestión del MAS en Tarija habrían existido vínculos con empresas chinas.

Por lo menos hasta ahora no se han hecho conocer otras alternativas si es que las gestiones con el gobierno fracasan, tal vez rezar para que suba el precio del petróleo y seguir reduciendo el tamaño institucional de la gobernación, lo que no es otra cosa que seguir despidiendo funcionarios, dejando de lado proyectos en ejecución y no licitar otros hasta no pagar lo comprometido, en otras palabras, solo ser un administrador de recursos que se van más rápido de lo que llegan, algo que la gente en definitiva no llegara a comprender cuando sienta que el «zapato le ajusta» y «el estómago le duele», lo que pondría en riesgo la mismísima gestión del Gobernador.