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HUGO DEL GRANADO C./Experto en Hidrocarburos
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La planta separadora Gran Chaco es para el Gobierno un ícono de sus éxitos, es la plataforma para la industrialización y el eje principal para enfrentar la caída de precios de las materias primas por los ingresos de exportación de GLP.
Durante la construcción de sus instalaciones fue escenario de múltiples visitas organizadas para mostrar su impresionante magnitud.   Se ha construido en una superficie de 144 hectáreas y producirá, entre otros, 2.247 T/D (toneladas por día) de GLP. Está diseñada para procesar 32,19 MMM3/D (millones de metros cúbicos de gas por día), volumen mayor al comprometido a Argentina y más de la mitad de la producción total de gas.
Según el Gobierno, la inversión ha sido de 694 MM de dólares (millones de dólares, LR 25.08.2015). En octubre de 2011, YPFB firmó el contrato de construcción y montaje de la planta con Técnicas Reunidas, por un monto de 498,65 MM de dólares y la fiscalización con Tecna.
Las pruebas, la entrega provisional, la definitiva y el inicio de las operaciones fueron postergándose desde el segundo semestre de 2014, hasta que después de superar los problemas (por ejemplo, no había disponibilidad de gas suficiente como para hacer las pruebas a plena capacidad), el representante de Técnicas Reunidas en Bolivia anunció, en agosto de 2015, que «ya se hicieron todas las pruebas de la planta y ya se podía producir GLP cuando el Gobierno lo disponga”.
Estaba previsto iniciar operaciones al 50% de la capacidad, es decir, con uno de los dos módulos de la planta, dependiendo de la disponibilidad de gas y de la venta de GLP (ED 05.08.2015). Finalmente, el 24 de agosto de 2015, la planta inició operaciones comerciales con la presencia de los presidentes Morales y Cartes, de Paraguay.  En la oportunidad, el Ministro de Hidrocarburos sostuvo que la planta Gran Chaco produciría un excedente de 1.000 T/D de GLP, pero que en esta primera fase habría 15.000 T/Mes disponibles para exportación (LR 25/08/2015).
En relación a los montos, el mismo Ministro declaró que  «los ingresos en 2015 por la venta de GLP será de 32 MM de dólares; en 2020 será 1.144 MM de dólares; en 2025 llegará a 2.579 MM de dólares de ingreso” (PS 25.08.2015). Esto, cuando el precio del crudo ya había caído a 38 $us/Bl y sus derivados (GLP) lo habían hecho en la misma proporción.
En la audiencia pública de rendición de cuentas vuelve a repetir lo mismo, con el añadido, de parte de la ANH, que informó que la planta se encontraba en operación comercial después de haber efectuado ocho supervisiones a la construcción y una a su operación.
Como es de conocimiento público, esta planta fue construida con los objetivos de extraer GLP y gasolina de la corriente de gas destinado a la Argentina, para satisfacer la demanda interna y exportar los excedentes. Segundo,  para generar materia prima para el complejo petroquímico, que producirá poli olefinas.
A pesar de toda la vocinglería oficial en relación a la planta, hay observaciones de fondo a la concepción y al desempeño de la misma. Normalmente, plantas tan grandes como ésta se diseñan e instalan por módulos secuenciales, que se van añadiendo según las disponibilidades y los requerimientos. Así, las plantas tienen mucha flexibilidad para operar y mantener. En este caso, después de construir el complejo se vio el resto: la disponibilidad de gas, los mercados de exportación y la infraestructura de evacuación. Hasta la fecha no se tiene el poliducto para transportar el GLP o las gasolinas a producir.
Respecto al desempeño de la planta, los datos recogidos son alarmantes. De acuerdo al INE, entre los años 2014 y 2015  la exportación de GLP ha caído en 53,6%, de 25.5 MM de dólares a 11.8 MM de dólares. Sólo la operación de la planta de Río Grande sería suficiente para alcanzar esta exportación. Esto quiere decir que la planta Gran Chaco operó por corto tiempo o directamente no operó.
Hay dos factores que podrían respaldar esta última posibilidad: la falta de disponibilidad de gas y/o deficiencias en la construcción. La falta de disponibilidad de gas no sería una novedad. Ocurrió anteriormente y postergó las  pruebas. Esto estaría corroborado por la disminución de las exportaciones a Argentina. De acuerdo a YPFB Transportes, el volumen promedio exportado durante el mes de enero 2016 fue de 14,3 MMM3/D, que no alcanza ni para operar al 50% de la capacidad de la planta. En enero de 2014, la exportación fue de 17,5 MMM3/D. De acuerdo a contrato, este año se debería exportar 23,4 MMM3/D, con una cantidad garantizada de 19,9 MMM3/D.
Las deficiencias en la construcción podrían deberse a múltiples causas, desde soldaduras hasta mal diseño de equipos. Son los técnicos de YPFB quienes tendrían que saber exactamente dónde estan las fallas y quiénes son los responsables.