Noticias El Periódico Tarija

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Ya habíamos adelantado que había que esperar el post referéndum con un resultado definitivo de por medio para poder despejar la incógnita que surgió… ¿ con que Evo nos encontraríamos?. Claro que podría pensarse que existiría una diferencia radical dependiendo del resultado, seguro que el SI le habría dado al Presidente la certidumbre necesaria sobre su apoyo popular y futuro político, en cambio el NO ocasionaría todo lo contrario y es que esta última opción fue la que se impuso mostrando un mapa político de Bolivia hasta ahora desconocido… 6 Departamentos del país le dieron la espalda, solo tres le demostraron lealtad pero con márgenes no tan holgados como antes, todas las ciudades capitales rechazaron la modificación constitucional, El Alto le respondió positivamente a pesar de los últimos acontecimientos pero el nivel de desaprobación también aumentó.
No queremos pintar una imagen negativa, ni mucho menos, de Evo Morales pero es más que comprensible que el haber sido derrotado por primera vez en diez años de saborear las mieles del poder y de victorias muy cómodas, pueden haberlo alterado y obligado a pensar en un replanteo de diversas posiciones. No se trata de que el mandatario podría asumir una actitud distinta en lugares donde gano y donde perdió, no creemos que pueda suceder porque sería como castigar a un pueblo que no comparte una visión de país o un proyecto político determinado. Si puede ser que la actitud con ciertas autoridades, que marcharon en contra ruta, cambien, no sea la misma y se puede entender, porque finalmente Evo antes de político es humano y como tal, le tomará cierto tiempo asimilar lo que sucedió, asimilar la derrota y el traspié que por ahora trunca la posibilidad de ser nuevamente candidato y continuar en el cargo que ostenta. No creemos en un Evo con sed de venganza en contra de quienes no lo apoyaron pero si creemos en un presidente que no mirara a muchos con los mismos ojos de antes. Si bien fue el pueblo el que tuvo la decisión y en las urnas le dijo que NO, en cada región, en cada lugar, hubieron operadores de uno y otro bando y en muchos casos, autoridades convertidas en promotoras de la opción en su contra. Pero no es cuestión de rasgarse las vestiduras ya que el mismo Gobierno Nacional dispone de sus Ministros como responsables políticos de ciertos Departamentos  a los que termina pidiendo cuentas si los resultados no acompañan.
El Presidente debe saber que hasta de los malos momentos y errores se aprende, esta es una oportunidad de oro que le puede servir para encarar los mejores cuatro años de su ya prolongada gestión, es la oportunidad de demostrar de que se convirtió en un estadística y dejo de ser sólo un dirigente o el líder de un partido, de que siempre pensó y piensa en Bolivia y por tanto actuó y actúa coherentemente en relación al compromiso asumido. Si por el contrario, como algunos de sus detractores anticipan, Evo asume posturas duras con regiones, sus líderes y sus pueblos, seguro cometería el más grave y peligroso error ya que sólo alejaría cualquier posibilidad de retorno y pondría en juego la continuidad de su partido y los movimientos sociales que lo conforman y hacen fuerte, todavía ante la derrota actual.