Noticias El Periódico Tarija

Se debe comprender con toda claridad que si se confirma la victoria del NO, esto no significa que el pueblo quiere volver a lo que había antes de Evo Morales, ¡¡ de ninguna manera!!, nadie y menos los políticos que intentan reciclarse camuflandose en estos procesos, puede cantar victoria como si fuera suya, nadie de ellos puede osar a adueñarse de ella, si se da sería una manifestación libre y espontánea de un gran porcentaje del pueblo boliviano, sin patrones.

Que aquellos que saquearon el país, que no le tuvieron piedad, que se ocuparon de marcar diferencias discriminatorias entre sus habitantes, que inventaron los bolivianos de segunda y de tercera, que aquellos ni pretendan volver porque el pueblo si tiene memoria. Pero si es el SI el que se imponen, grave error cometería el gobierno actual si cree que todo puede seguir como hasta ahora, si no descifra ese mensaje en que la otra mitad del pueblo le esta diciendo NO, si no se reposiciona en el escenario de hoy es probable que las sorpresas desagradables sean más duras y frecuentes.

No ver con claridad que, más allá de que opción triunfe, Bolivia revela una polarización, una división marcada, implica no poder leer adecuadamente el momento que vivimos. Lo que si esta definido es que la tendencia que se imponga será por muy poca diferencia y eso desnuda la realidad que afrontamos y debemos aprender a manejar. Estamos en un país que necesita mucha sabiduría por parte de sus líderes para no empujar a su gente hacia la confrontación y si más bien, hacia la reconstrucción de una conciencia de patria formada por libre pensantes con visiones y enfoques distintos que se desenvuelven con madurez democrática.

Se debe destacar las palabras del Presidente Evo Morales al referirse a la posibilidad de una victoria del NO, remarco que si esto sucede «la revolución continúa, la vida y  la lucha sigue», tal vez Evo comienza a pensar como un líder que ve peligrar su proyecto político y comprende que el mismo no es el principio y el fin, que no puede serlo, que es preciso trabajar en nuevos y jóvenes liderazgos que refresquen la propuesta de su partido en próximos procesos electorales. Si realmente lo entiende así, es muy probable que tengamos Evo para rato, no sólo como Presidente sino fundamentalmente como un líder nacional  capaz de romper los grilletes del caudillismo tan propio de la historia  nacional.

Cuando hablamos del renacimiento de la «media luna» jamás quisimos destacarlo como el regreso de «los de antes», porque quienes votaron por el NO jamas lo hicieron pidiendo eso, sino más bien por la evidente polarización en la preferencia ciudadana que dejo este 21F y que representa un tremendo reto para los políticos de hoy, pues no se puede permitir que esa división sirva otra vez para sembrar distancia, odio, racismo y resentimiento entre hermanos. Este referéndum nos esta dejando muchas lecciones, la pregunta es si estamos dispuestos a aprender de ellas para crecer y proyectar nuestro futuro persiguiendo el bien común y no solo el de algunos.