Noticias El Periódico Tarija

///
Estamos enfrascados en definir si gano el NO, como dicen todos los conteos rápidos en boca de urna o si gano el SI, que puede dar sorpresas, como sugirió el Vicepresidente Álvaro García Linera, en una intervención que género incertidumbre, dudas, desconfianzas y especulaciones en la oposición. Parecería que eso es lo que más importa en este momento ya que de eso depende si se modifica o no la Constitución Política del Estado (CPE) y si Evo Morales podrá ser nuevamente candidato el 2019. El pueblo se volcó masivamente a las urnas, en medio de casos muy preocupantes de supuestas irregularidades como el haber encontrado papeletas marcadas con el SI en una mochila y otros en distintos puntos del país, la gente participo y no le fallo a la democracia. Si bien saber oficialmente que opción triunfó es necesario, deberíamos entender que habrá un antes y un después en relación a este referéndum, así lo debe entender la ciudadanía y sobretodo el Presidente. Si Evo Morales no hace un análisis frío, libre del ego que el poder se encarga de alimentar junto a los llunkus y tira sacos, si el mandatario no se da cuenta que en esta «elección» estuvo directamente involucrado y en juego lo que se piensa y cree de el, que puso sobre la mesa su capital más preciado… la confianza del pueblo, que no le debe nada a ninguno  de sus asesores más cercanos ni estrategas cuasi infalibles, puede extraviarse en el camino que le queda recorrer.
Mas allá del resultado, el Presidente tiene una oportunidad enorme de leer adecuadamente el mensaje de la gente, de entender que lo coloco en una situación tan apretada e incomoda después de haber ganado elecciones sucesivas de manera más que holgada, de darle un giro a su Gobierno volviendo a escuchar al pueblo y no tanto a otros. Evo no puede quedarse sólo con las cifras definitivas, debe hacer una lectura sobre que sucedió en las ciudades capitales donde el NO barrio con los pronósticos y que paso en las provincias y el campo, si por alguna razón no percibe que no es igual que antes, que ya no hay una confianza ciega en el, que hay quienes descubrieron que existen lugares donde se lo puede tocar y le duele, el más perjudicado será el soberano que necesita de gobernantes que se ocupen de sus necesidades, que destierren la corrupción e impongan la transparencia con ejemplo propio, que sean capaces de rodearse de personas de principios y valores de alto nivel.
Algo paso que ya no es lo mismo, golpearon al Evo y sangro, si el no aprovecha este lapso entre el referéndum y la próxima elección para reconstruirse y reconstruir su relación con la gente escuchándose a si mismo y escuchándola desde muy adentro, puede que incluso postulándose de nuevo los resultados no le sean tan halagadores como hasta octubre 2014. Regiones que lo apoyaron siempre, como Potosí, le dieron la espalda y en otras que aún no lo hicieron, el margen es muy estrecho, tanto que es difícil creer que se mantendrán así en los próximos cuatro años. Tarija reafirmo una tendencia inamovible, su rechazo permanente al proyecto político de Morales quien, si le interesa nuestra región, también debiera generarle signos de interrogación el por que este Departamento se convirtió en un reto personal que hasta ahora no puede alcanzar.