Marcelo Ostria Trigo
///
The Heritage Foundation y el diario Wall Street Journal de Nueva York acaban de publicar el estudio anual (2016) sobre la libertad económica en el mundo, estableciendo un ranking de países según la practiquen. Este ranking divide a los países considerados (178) en las siguientes categorías: libres, mayormente libres, moderadamente libres, mayormente no libres, y represores de la libertad económica.
En el informe se afirma que la libertad económica es un componente crucial de la libertad, pues empodera a los pueblos para trabajar, producir, consumir, ser propietarios e invertir de acuerdo a sus preferencias. Es más, se comprueba que los países con mayor libertad económica son los que gozan de mayor prosperidad. Y no sorprende que los países que imponen mayores restricciones a la libertad económica, sean los que también tienen los más altos índices de violaciones a las libertades democráticas.
El legislador uruguayo, Hernán Bonilla, en un artículo expresa que “es fuerte la relación entre libertad económica y menor pobreza: el índice de intensidad de la pobreza es 0,07 en los países libres y moderadamente libres mientras que es 0,22 en los países mayormente no libres y los reprimidos. Como también era esperable hay una robusta correlación positiva entre la libertad económica y la seguridad alimentaria de la población de cada país, como ocurre con el índice de desarrollo humano y con los indicadores de salud”. (“Se llama libertad económica”. El País, Montevideo, 12.02.2016).
Entre las 178 naciones, figuran como de economías libres sólo 5 países; entre los mayormente libres 35, de estos solo 2 latinoamericanos: Colombia y Chile. Los calificados como mayormente libres son 54, de estos 9 latinoamericanos: Uruguay, Perú, Costa Rica, México, El Salvador, Panamá, Guatemala, Paraguay y República Dominicana. Los mayormente no libres son 60, entre los que figuran 4 latinoamericanos: Nicaragua, Honduras, Brasil y Haití. Los calificados como represores de la libertad económica son 24, entre los que figuran Ecuador, Bolivia, Argentina (se refiere a las políticas del gobierno de Cristina de Kirchner), Venezuela y Cuba. Los dos últimos sólo preceden a Corea del Norte, calificado como el más represivo del mundo.
“…si realmente somos solidarios con nuestros semejantes y queremos combatir la pobreza y lograr una sociedad más integrada debemos tener mayores grados de libertad económica” (H. Bonilla). Lo cierto es que, a mayor represión económica, menos desarrollo y, por supuesto, menos libertades democráticas.