Alfredo Colque Machicado
(Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo)
A propósito de la Entrada Folclórica de Integración Boliviana o la también conocida como entrada del carnaval andino que desde lejos busca sin lugar a dudas reflejar desde Tarija la integración boliviana y la pluralidad cultural del país, evento que se celebra en esta ciudad desde hace ya siete años de manera ininterrumpida gracias al entusiasmo e iniciativa de las fraternidades folclóricas y el apoyo desinteresado de instituciones públicas y privadas de las cuales hablaremos más adelante, ya que debemos resaltar muchos aspectos que desde nuestro punto de vista están mal, muy mal.
Lo que no podemos negar es que esta Entrada Folclórica de Integración Boliviana intenta recuperar, preservar y difundir los valores culturales costumbres y tradiciones del acervo regional y nacional, a través de danzas como la morenada, caporales, pujllay, wacawaca, kullaguada, diablada, tinkus, tobas, llamerada, potolos, danzas orientales y también regionales como la estampa chapaca, chacarera y otras, además de danzas autóctonas, como calcheños, tarqueada, flor chicheña, atico y jula julas.
Este año y por segunda vez la avenida la banda será el escenario donde nuevamente danzarines, músicos y público en general, se entremezclarán en un pálpito de bolivianidad en torno a la interculturalidad del folklore nacional, que une las diferencias regionales al ritmo de la tradición, la música y el orgullo de pertenencia a un país rico en cultura y espiritualidad como es el nuestro, donde más de 5000 danzarines de más de 30 fraternidades, brindarán un espectáculo con sus trajes, coreografía, colorido y alegría, además de la presencia de las bandas de música de varias regiones del país, que por sí solas harán vibrar al público.
Sin embargo todo lo bueno que representa la Entrada Folclórica de Integración Boliviana, lamentablemente es opacado por algunos malos dirigentes que han visto en esta representación cultural la manera más fácil de lucrar a costa del pueblo, sus fraternidades y la complicidad de las autoridades que lamentablemente no hacen nada para regular esta actividad privada, el mismo Rodrigo Paz Pereira que como candidato a Alcalde manifestaba en los diferentes medios de comunicación que y lo cito textual “El municipio es el único como poder local, el responsable de las organizaciones y eventos que hay, que en esta ciudad ocurre y en eso queremos dar un mensaje muy claro”, quien ahora como autoridad edil no practica lo que predica y más bien se lava las manos desconociendo sus competencias y obligaciones que están dispuestas por Ley.
Y deja a los dirigentes de la Asociación de la Entrada Folklórica de Integración Boliviana Tarija carta blanca para que por este día hagan su hacienda particular y especulen como mejor les parezca en la avenida la banda, sus calles, aceras y todo espacio público que es de ámbito municipal y de absoluta responsabilidad del Concejo y sobre todo de su Ejecutivo.
Algo que realmente no se entiende es como un evento de tal magnitud que a propósito y a decir de la Secretaria de Turismo del Municipio se encuentra dentro del programa del Carnaval Chapaco y que recibe por parte de este apoyo en la parte logística y el desarrollo mismo de la actividad, no es capaz de regular y normar el uso de espacio público, que sólo en las graderías significan ingresos por encima de los 100.000 bolivianos, esto sin contar que los dirigentes de la Asociación de la Entrada Folklórica de Integración Boliviana Tarija venden según denuncias hechas por los diferentes medios de comunicación y no sé con qué respaldo legal, espacio público a vendedores de sillas, alimentos, bebidas, vendedores ambulantes y juegos infantiles a 150 bolivianos cada 5 metros que significan aproximadamente alg
Quien me puede negar que con la Entrada Folklórica de Integración Boliviana, no está hecho el negocio del año, tomando en cuenta además que el municipio entrega en combo guardias municipales, intendencia, y aseo municipal totalmente gratis, así como la Policía Nacional que sacrificara a sus uniformados en un evento que es el deleite de todos pero de beneficio económico de unos cuantos y ni que decir de la Gobernación del Departamento que en la anterior gestión aparentemente entrego 150.000 bolivianos a esta actividad gracias a una Ley Departamental que se aprobó en la Asamblea Legislativa con dispensación de trámite y que a la fecha no se rinde cuenta del destino de ese dinero.
Integración decían, negocio seguro sería.