/// Es como si existiera ley, que si existe, pero nadie que la haga cumplir, es parte de lo cotidiano en una ciudad que cada vez parece estar más lejos de ordenarse o ser ordenada. El caos reinante en sus calles del que tanto hemos hablado y escrito, persiste y sobre el caminan quienes deberían eliminarlo pero parecen sentirse cómodos sobre ese colchón de no importismo y desinterés. Esa desorganización se ha expandido por doquier, antes podía pensarse que sólo era el centro pero no es así, esta por todo ello y se amplifica en ciertos horarios en los que todos queremos ir o venir.
El ciudadano, salvo excepciones, parece haber aceptado este forma de vida, parece haberla asumido y no protesta o si lo hace, en voz baja y aislada, ya no se reúne a buscar soluciones a los problemas comunes a pesar de que es parte del común de las personas, es parte de esta comunidad. Pero convengamos que todos podemos ayudar a desintoxicar este caos con nuestro aporte, respetando normas ya sea como conductores o como peatones, hasta hoy somos parte del problema, no contribuimos a la reconstrucción y de esa dejadez se aprovechan quienes si tienen el poder político para transformar, para cambiar y así mejorar nuestras vidas. Lo que sucede en la Avenida La Paz es sólo un botón de muestra, suficiente para quienes conocemos esta ciudad. Hace años esta arteria estaba entre las más anchas y cómodas pero hoy se ve asfixiada por el irrespeto generalizado en el que cada quien hace lo que quiere, estacionan donde mejor les conviene y si es necesario en doble fila provocando grandes embotellamientos vehiculares y hasta accidentes, hace unos días tan solo se combino el descuido de un ciclista con la irresponsabilidad de un conductor particular y la consecuencia fue trágica, claro esta que el primero se llevo la peor parte. Los micros, a pesar de tratarse de una avenida, igual no se detienen en sus paradas, lo hacen en media calle, en cualquier lugar, sin importar a quien perjudican, las gentes cruzan por donde les es más cómodo sin preocuparse que pueden ser atropelladas al aparecer súbitamente entre dos movilidades parqueadas. Que decir cuando se trata de salir de esta arteria hacia la avenida Víctor Paz, son más los que circulan en contra ruta hacia la rotonda del Moto Mendez para ganar tiempo, que los que deciden irse a dar la vuelta y pasar por la terminal de buses. Igual sucede cuando se quiere entrar a cualquiera de las calles transversales en especial si son las más conocidas…La Madrid, Bolívar, Potosí, etc. , solo por dar algunos ejemplos. No sabemos con que criterio en la Av. La Paz se instalaron un sin fin de negocios de materiales de construcción y repuestos para automóviles o por que casi todos los bancos abrieron sus sucursales o también por que en la esquina con la Av. Belgrado aparecieron como hongos las carnicerías o friales. No hay respuestas a estas preguntas porque simplemente se sigue trabajando sin el menor uso del sentido común.