Susana Seleme Antelo
///
“El poder judicial en Bolivia ha sustituido las bayonetas de las dictaduras militares. La violencia estatal está encapsulada en la administración de justicia”.
Renzo Abruzzese
La frase del epígrafe, dicha en la presentación y discusión del Reporte anual de violaciones a los Derechos Humanos en Bolivia, 2015, sintetiza la cruda la situación del poder judicial y de la administración de justicia, convertidos en paredones judiciales contra opositores.
Razón tiene el sociólogo y docente Abruzzese, y proporciona una razón más para tener razón y para votar NO el 21 de febrero, en la mascarada con caratula de referéndum para reformar la Constitución Política. En buen romance, dicha reforma busca solo la re-re-reeleción del jefe del régimen, el ‘caudillísimo’ Evo Morales Ayma, dictador disfrazado de demócrata, violador de los derechos civiles y políticos, entre otros Derechos Humanos. Razón demás para tener razón y para votar NO en la consulta de marras.
La investigación del Observatorio Boliviano de Derechos Humanos monitoreó 426 casos, desglosados en 6 ejes temáticos: 1) Suspensión y destitución de autoridades democráticamente electas, 2) Persecución Judicial por motivaciones políticas, 3) Discriminación política, 4) Violencia y acoso político contra la mujer en ejercicio de cargos electivos, 5) Suspensión de autoridades judiciales por motivación política, y 6) Restricciones a la libertad de expresión y de prensa. Razones más que suficientes para tener razón y para votar NO.
Los hechos registrados en este Informe, como en los 4 anteriores desde la creación del Observatorio, desnudan el estado de indefensión en el que sobrevive la sociedad boliviana, ante el hostigamiento con que el régimen de Morales somete a la ciudadanía, y ante las potenciales violaciones a sus Derechos Humanos. El informe hace mención a los más antiguos casos conocidos, aun sin esclarecer, mientras que los responsables intelectuales y materiales están impunes. Más razón para tener razóny para votar NO.
En la reunión, el sociólogo Henry Oporto, presentó lo que calificó como “propuesta sensata” para abordar el tema de la justicia en Bolivia: convocar a un gran acuerdo político nacional para lograr un pacto de Estado que conduzca a una verdadera reforma de la justicia. Sensata propuesta, si el gobierno de Morales no hubiese demostrado hasta el hartazgo su matriz político-ideológica autoritaria-represiva durante estos 10 años, en los que la violencia estatal ha estado y está “encapsulada en la administración de justicia”, según Abruzzese. Otra razón para tener razón y para votar NO en el próximo referéndum.
La reforma de la justicia boliviana, hoy en coma agudo merced a bayonetas judiciales, exige un cambio político en democracia, requiere la vigencia de la pluralidad política, de la práctica de los partidos políticos de oposición que conlleve intercambio, discusión, diálogo, confrontación de ideas, sujeción a la alternabilidad y renovación en el poder político. Lo que busca el NO es el respeto al campo político y a la institucionalidad democrática, hoy desterradas.
Esa es una razón más para tener razón y para votar NO en una consulta que pretende prolongar el mandato del binomio Morales-García Linera, aunque falten 4 años para concluirlo, enero 2020. Se adelantaron porque la época de vacas flacas camina ya, y tienen pavor a la crisis económica, pues Bolivia no está blindada frente a la que azota a otras regiones. Pero el régimen tiene soga aún para hacer su campaña reeleccionista, que se asemeja a la lucha de David contra Goliat, según el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, pues Morales manipula y abusa de los medios de comunicación estatales, también privados, amen de todos los recursos del Estado, como si fueran propios.
Es otra forma de ‘bayoneta’ y una razón mas para votar NO el 21 de febrero próximo. Todavía puede sortear esta crisis con recursos de la economía ‘ilegal’y también de las reservas internacionales, según confesó el Vice, que recurrió a Lenin, para afirmar que se pueden usar. Es decir, ya las usan. Otra razón para tener razón y para votar NO.
Este referéndum es un plebiscito para satisfacer lasganas ubérrimas del “caudillísimo”: quiere seguir gozando del culto hoy desenfrenado a su persona, culto del que ya gozaba cuando era un violento líder sindical cocalero, en Chapare. Allí, donde se cultiva la hoja de coca, materia prima de la cocaína, también su “santuario”, como dice Carlos Valverde Bravo, y donde nadie puede entrar a hacer campaña por otro candidato que no sea Morales.
Tampoco hoy, no por un candidato, sino por el NO, a cargo de democráticas iniciativas y plataformas ciudadanas, como “Bolivia dice NO” que trascienden los logros económicos del régimen. Hay que aclarar que no fueron gracias a Morales y compañía, sino a exorbitantes precios de algunas de nuestras materias primas: minerales, hidrocarburos y productos no tradicionales. Desenmascarar la mentira, es una razón más para tener razón y para votar NO.
El culto a la persona de Evo Morales se ha acrecentado no solo por una redistribución populista y rentista de la riqueza, gracias a la bonaza económica –5 bonos, sin creación de trabajo productivo- sino por el enriquecimiento ilícito de la ‘nomenclatura’ y sus acólitos. La corrupción, más allá del destape del Fondo Indígena, es mucho mayor: esquiva la transparencia, la rendición de cuentas, las licitaciones y las evidencias que pueden inculpar a los hombres más allegados al poder.
Más razones para tener razón para votar NO el 21 de febrero.
Santa Cruz de la Sierra, 4. II. 16