Alfredo Colque Machicado
(Economista Máster en Economía del Gas y Petróleo)
Sin lugar a dudas que el peor problema ambiental en la ciudad de Tarija K, ciudad del futuro es el humo negro que emiten los tubos de escape de los camiones y sobre todo de microbuses de motores de diesel sucios que se encuentran instalados a la altura de las cabezas de los niños, este descontrol contamina a sus habitantes que tienen que esquivar instintivamente una nube hedionda de diesel cancerígeno, a lo largo del recorrido por toda la “chura” Tarija.
No puede ser que en esta ciudad del futuro sigan circulando unidades de transporte urbano que sin importar el contaminante emitido al medio ambiente, siguen prestando sus servicios al público, al amparo de la autoridad. Y es que no estoy exagerando cualquier ciudadano puede evidenciar que estos buses expiden grandes nubes de humo negro por sus escapes, provocando prácticamente hasta la pérdida de visibilidad sobre las calles de la ciudad, al tiempo que desprenden un fuerte olor a combustible quemado. Las emisiones de diesel no sólo representan un riesgo mortal a la salud pública, sino que también son un poderoso agente del calentamiento global, además ayudan y son responsables de la contaminación por encima de lo normal en esta ciudad del futuro, sin que ninguna autoridad haga absolutamente nada.
Un dato, para la Secretaría de Transporte y Vialidad Urbana del Municipio, los motores diesel contribuyen al cambio climático, pero además al centro de cada partícula de hollín de diesel se encuentra un núcleo que absorbe luz y emite calor conocido como “carbono negro.” Según un importante estudio publicado la semana pasada, el carbono negro es el segundo mayor contribuyente de gases de efecto invernadero emitidos por el hombre. Tiene dos veces el impacto producente de calentamiento global de lo que se pensaba. Los motores diesel son responsables por el 20 a 25 por ciento de las emisiones de carbono negro.
Sin embargo, a la fecha la realidad aún dista mucho de los objetivos planteados por el Municipio, pues el descuido de las unidades de transporte urbano asociado a la falta de modernización mantiene a la ciudad con serios problemas de contaminación causando efectos sobre la salud y el medio ambiente, aunque para nadie es un secreto que el sistema de transporte público de la ciudad de Tarija es un completo caos y su administración deficiente.
Los microbuses que a la fecha no pueden cambiar sus motores diésel a motores 100 por 100 a GNV, queman combustible de alto contenido de azufre y carecen incluso de los más básicos controles de emisiones, lo que expone a los habitantes de Tarija K a casi 100 veces más contaminación tóxica, mientras generan toneladas de contaminación que contribuye al calentamiento global. Debido a que la contaminación de diesel se produce en zonas densamente pobladas y a la altura de las vías respiratorias, impacta la salud humana de gran manera.
Lo que todos nos preguntamos es donde quedo el mandato de la Ley 3802 que autoriza al Gobierno del Departamento de Tarija, bajo el marco de la autonomía departamental a financiar, desarrollar y ejecutar directamente y en todo el territorio departamental, el Proyecto de transformación de todo el parque automotor a Gas Natural Vehicular (GNV), con recursos económicos propios.
Parece que esta responsabilidad es demasiado grande para nuestras autoridades que lamentablemente no se dan cuenta que tienen en sus manos la solución a un enorme problema y erradicar la contaminación de motores diesel en todo esta ciudad del futuro, queademás podría evitar miles de muertes prematuras debidas al cáncer, ataques al corazón y enfermedad pulmonar.
Sin embargo no todo es culpa de las “Autoridades” sino también de los propietarios de los microbuses que tienen a sus unidades con sillas deterioradas, barandas sueltas, la mayor parte del tiempo se encuentran sucias por dentro y fuera, ni que decir de los chóferes y lo que es más grave, son chimeneas andantes que dejan una capa de humo negro impresionante.
¡Liberémonos de los contaminantes del diesel!, jubilemos de nuestra ciudad las chimeneas andantes.