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Un escenario diferente se abrirá luego del 21 de febrero, por ahora parece que las banderas de guerra flamean en lo alto porque hay una campaña en desarrollo de por medio y mientras así sigan será muy difícil que se logren entendimientos. No es casualidad que los apoyos por el SI y por el NO se vayan clarificando ya que como vienen sobretodo de políticos, es de esperar que los cálculos les obliguen a tomar una dirección.
Consideramos que luego de esta fecha una historia diferente comenzara a contarse y al no haber una elección próxima en la mira, el pragmatismo se impondrá y se mostrarán los verdaderos sentimientos en cada caso en particular porque sin duda que mientras hayan oficialistas y opositores del color que sea, habrán distancias infranqueables en muchos casos y «ríos de sangre» que volverán a ser cruzados en otros.
El resultado que se obtenga seguro que tendrá consecuencias en quienes intervienen en el proceso ya que o podría marcar una tendencia que pide cambio y otra que ve aún con buenos ojos el proceso de cambio. En caso de ganar el SI quien triunfa es Evo Morales ya que significa abrir el texto constitucional para permitirle ser otra vez candidato a la Presidencia del Estado y puede que le traiga la tranquilidad perdida con encuestas poco claras que no despejan el panorama. Su trato con las autoridades que impulsan lo contrario puede cambiar para mal porque es bien sabido que el Presidente mide a las personas por su lealtad y el no apoyar la posibilidad de que se pueda volver a postular es como decirle que no se cree en el ni en su gobierno, que se espera que termine su mandato el 2019 y de paso a otros y tal vez nuevos líderes. Si es que gana el NO, la oposición podría envalentonarse alevosamente y comenzar a cometer errores por celebrar una victoria que no asegura que se haya ganado, podrá tomarse este resultado como el principio del fin del régimen de Evo Morales aunque no necesariamente signifique eso, puede abrir mas aquellos frentes políticos que nunca lograron unirse y que consideren que ante la «inminente» salida del poder de Evo, cada cual siga insistiendo ser la opción salvadora despatarrando los intentos de un frente único que se le ponga en la otra vereda.
El referéndum próximo nos enseñara mucho, fortalecerá nuestra democracia convocando al pueblo a las urnas pero puede al mismo tiempo debilitarla por el hecho de modificar la Carta Magna y volverla susceptible a que le suceda lo mismo en el futuro por el mero interés de líderes, sectores y organizaciones sociales de auto generarse ciertas comodidades político-legales para sus propios intereses.