EL DIA
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En Bolivia el barril de petróleo se vende al doble de precio de lo que vale en el mercado internacional, que en los últimos días bajó a $us. 26, aunque ayer repuntó a $us. 29, mientras que en el país, con la nueva Ley de Incentivos incrementó de 27,7 a 57,7 dólares por barril; es decir, $us 30 más. De acuerdo con analistas energéticos, con esta situación se estaría dejando de subvencionar la importación de carburantes; sin embargo, la subvención sería para la producción nacional.
Afecta positivamente al país.
Hugo del Granado, experto en hidrocarburos, indicó que la caída del precio internacional del petróleo incide en los carburantes como la gasolina y el diésel. «Esta coyuntura afecta de forma positiva al país. El diésel está más barato en el mercado externo, que en el interno; es decir, lo que estamos importando está sin subvención», explicó Del Granado.
Entre tanto, el analista energético Álvaro Ríos, bajo la misma óptica, indica que mientras el crudo en el mercado externo esté por debajo de los $us. 57, las más beneficiadas son las empresas del país, incluyendo a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que tendrán mayor remuneración. «Por muchos años el petróleo ha estado entre los 90 a 100 dólares por barril y aquí se ha remunerado a 27 dólares por barril, ahora que el precio está bajo no nos podemos quejar», aseveró Ríos, agregando que cuando en el país el precio estaba más bajo no había incentivos para explorar.
Sugieren vincular el precio al mercado internacional.
De acuerdo a Álvaro Ríos, para que no estemos subsidiando cuando se presenten estas cosas de ida y vuelta, es mejor siempre tener los precios vinculados al precio internacional del petróleo para el mercado interno y de exportación. «El mercado internacional tiene que ser la base de referencia para remunerar a las empresas incluyendo YPFB, que invierte en el país y que no estemos sujetos a esta crítica de que estamos pagando más. Es verdad que pagamos más pero por mucho tiempo hemos pagado menos también», dijo el experto. Las ganancias que obtienen las empresas resultan así más elevadas que las que obtendrían con un precio interno similar al internacional, bajo las condiciones del régimen tributario nacional vigente.
Más venta de gas.
Con esta coyuntura los analistas coinciden en que se incrementa, indirectamente, la producción masiva de gas natural a la que, indefectiblemente, va asociada la producción de condensado. «Estos incentivos incitarían al incremento de la producción de gas natural y acelerarían el agotamiento de las actuales reservas probadas», explicó Del Granado.