Noticias El Periódico Tarija

 Gastón Cornejo Bascopé

(Ex Senador de la República de Bolivia)

 Comenté el renuncio de la Cancillería sobre el Pre Acuerdo del SILALA 2009, que tuvo características de una grave ¡Traición a la Patria! en su análisis d ecompromiso firmado por el vicecanciller Hugo Fernández y responsabilidad del actual Ministro David Choquehuanca. Pues ahora, incidentalmente, descubro también por evocación y testimonio personal, otro grave pecado: el extravío imperdonable de un patrimonio histórico. Se trata de la pérdida, descuido, hurto – cualquier calificativo – de los retratos de los Libertadores Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, los Padres de la Patria, confiados a la Cancillería.

Relato los detalles: Los descendientes del ex Presidente Carlos Blanco Galindo hicieron entrega oficial de las retratos originales pintados en 1825 en la ciudad de Sucre por un artista ecuatoriano y donados por  ambos Libertadores al Gral. León Galindo el año 1826, cuya originalidad consta en documentos epistolares del año 1919. Bajo un contrato  de recepción del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto representado por el Dr. Jorge Gutiérrez Granier, entonces Vice Ministro. Bienes patrimoniales que debían ser protegidos, preservados y cuidados con espíritu de grandeza histórica. En la cláusula tercera se señala textualmente: “Por la naturaleza de los objetos de valor histórico transferidos, los mismos no pueden ser llevados al exterior de la República, razón por la cual y con el propósito de resguardarlos, se transfiere al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, siendo las características y dimensiones de los retratos las siguientes: Pinturas originales al óleo sobre lienzo, enmarcados en madera, con yeso color dorado, con dimensión aproximada de 65 de alto y 53 de ambos cuadros, haciendo constar dos perforaciones en la parte superior del cuadro del Mariscal Sucre. Firman de conformidad con todas las cláusulas, en la ciudad de La Paz, el primer día del mes de octubre de mil novecientos noventa y tres años.

Sobre su originalidad trascribo una nota del Gral. Carlos Blanco Galindo (Pag. IV del Prólogo del libro publicado sobre la correspondencia epistolar entre Sucre y León Galindo. Imprenta “Moderna. La Paz 1918). También otra cita del personaje que tiene el membrete del Colegio Militar. Bolivia. Avenida Villazón No 23 Apartado 349 teléfono 312. Desde La Paz 9 de septiembre de 1919 a la Señora Amelia Galindo Argüelles. (Octava hija del Gral. León Galindo y doña Antonia Argüelles) “Querida tía: Ruego a Ud. Indicarme, al pie de la presente carta, y con la firma e dos testigos de prestigio, todo lo que sepa referente a los retratos que Ud. me regaló de los Generales Bolívar y Sucre, y la manera como dichos retratos fueron obsequiados por dichos Próceres a mis abuelos, el General León Galindo y Doña Antonia Argüelles de Galindo. Esperando de Ud. esta declaración le saluda con todo afecto, su sobrino que la quiere”

La respuesta  de doña Amelia Galindo Argüelles: “Mi querido hijo Carlos. Tus anteriores letras vienen a avivar en mi memoria recuerdos de aquellos inolvidables días en que mi madre la señora Antonia A. de Galindo narraba en familia sucesos de la guerra de emancipación y a propósito de ellos, las reuniones tenidas en  mi casa por el Mariscal Sucre, el Libertador Bolívar i otros próceres en trato íntimo con mi padre el General Señor León Galindo.Concretando mi recuerdo a los retratos puedo asegurar que fueron obsequiados formalmente por los…mismos Sucre i Bolivar a tus abuelos, i guardados en casa cual reliquias sagradas de la Patria. Los he entregado después á tu respetuosa veneración como el más llamado á conservarlos por tus sentimientos de elevado civismo i tu honrrosa profesión militar. Para afirmar la veracidad de aquel amable obsequio me bastará anotar lo que decía mi madre i no se ha olvidado en familia que cuando ella al recibirlos observó a Sucre que su retrato llevaba la nariz torcida, le contestó con estas palabras: “Qué quiere U. Antuquita si el original es así”. Entrego esta declaración a la fe patriótica de los caballeros abajo suscritos, cuya honorabilidad  es digna de tanta distinción como respeto.Te saluda con particular cariño tu tía Amelia Galindo”.

Al pie de la nota: “Tenemos a mucha honra acreditar que la dignísima señora Amelia Galindo merece por su habitual sinceridad que se dé entera fe a su anterior declaración. Ut supra Aníbal Capriles – José Melchor Cuadros” (El primero distinguido parlamentario sacrificado en Chuspipata; el segundo Presidente del H. Senado y prestigioso hombre de leyes).

Cuando oficié de Senador, el año 2006, tuve oportunidad de observar el cuadro de Sucre caído en el piso de la oficina del Canciller David Choquehuanca. Reclaméoportunamente sin lograr una respuesta oficial. Años más tarde, acompañado de mi esposa llegamos a la cancillería con el fin de reclamar la existencia de dichos cuadros. Acusamos el objeto del viaje y esperamos hasta el cansancio; luego, se nos envió a otro edificio en la calle próxima, aledaño a la CNS, donde dicen se guarda el patrimonio cultural. El Jefe de la repartición preguntó¿Cuándo se efectuó la entrega de los cuadros? En 1993. La respuesta definitiva: ¡Imposible encontrar nada antes del año 2000 pues el inventario fue efectuado en años posteriores. En concreto los cuadros ya no existen!

Claro, fueron extraviados por la improvisación habitual existente. Tengo la obligación de efectuar la denuncia que señala responsabilidad a la Cancillería actual, pues el documento tendría que estar anotado en el algún archivo pertinente; las pinturas deberían estar presentes en un salón de homenaje patrio como reliquias realzadasy registradas en copias fotográficas, privilegiadas y vigiladas en su cuidado, ad eternum. ¿Será posible que la confrontación ideológica de República VS Estado Multinacional, sea el motivo de la irrespetuosidad de trato con el bien patrimonial? Pasaron diez años de mi denuncia primaria; veinte y tres desde la entrega de los cuadros de los Libertadores a la Cancillería. ¿Cuántos desde su pérdida?

Los documentos rescatados del archivo familiar y el presente escrito, honran al Hombre símbolo, abogado y militar, General Carlos Blanco Galindo, insigne patriota de grandiosa participación en diversos momentos históricos y eventos de honor en la historia de Bolivia.

Cochabamba. Enero 2016.