Susana Seleme Antelo
Mucha tinta ha corrido luego de conocerse de las dos primeras
Un año y tres meses después, ya sabe Evo Morales que el SI por su re-re-elección, bajo la careta de reforma constitucional parcial, araña apenas un 40%, en una de las encuestas. En otra, el NO le gana, y ambas r
La pérdida de 20 puntos es el dato más importante,frente una nueva estafa a la democracia: llamar a referéndum cuando se trata de un plebiscito para satisfacer el desaforado apetito de Morales-García Linera para seguir usufructuan
Demasiado despliegue de esfuerzos y publicidad para obviar lo inobjetable: el descenso de votos para “el caudillo irreemplazable”, según sus movimientos sociales. O como afirma el Canciller David Choquehuanca: hay “un solo Evo”. Y sin el menor empacho lo compara con “un solo Fidel, un solo Mandela, un solo Gandhi”. Respiro, recurro a la diferenciación y a la contradicción para digerir la comparación, primero entre Evo Morales y los otros personajes, y luego entre los últimos tres.
La muestra donde el NO gana con 44% sobre 38% por el Si, estuvo “proscrita” por el régimen con su habitual talante autoritario. Pero se filtró e inundó periódicos digitales, redes sociales y generó agudos comentarios. Sin embargo, los números le costaron el cargo al director de esa empresa, según Humberto Vacaflor en “Encuestas en aprietos”.
¿Hubo presiones del oficialismo para maquillar la encuesta donde el Si gana raspando al N
Varios datos más: el número de encuestados que ‘esconde’ su opción ¿será porque están convencidos de que el voto es secreto? ¿Son de verdad indecisos, o tienen miedo de expresar su opción de voto? En el caso de las mujeres, muchas de quienes optaron por el blanco, nulo, secreto o están indecisas ¿será porque “interpelan al sistema y a la democracia”, como afirma una representante del activista y contestatario grupo “Mujeres Creando”?
Leer encuestas motiva varias preguntas. ¿Quién las encarga:
– Una derrota más que simbólica
A los números y realidades pluri-multis, hay que sumar un dato que tiene histérico al régimen: en el NO hay ausencia
La credibilidad en un régimen político cerrado y sectario, que usa la democracia del voto y la instrumentaliza para legitimarse y legalizarse, afecta el próximo acto electoral. Al negar la independencia de poderes, subsume a todos a su libre arbitrio, como el judicial, hoy en su más negra hora. Se las va con el Órgano Electoral, que carece de independencia institucional, por eso al régimen no le importan sus resoluciones ‘de fachada’: todo el oficialismo, de arriba a abajo “le meten nomás”, como el caudillo. Siguiendo sus instrucciones, ese Órgano no muestra el padrónelectoral y puede hacer otomías, si el poder político se siente amenazado por el NO, como hizo el pasado año en Beni y Chuquisaca.
Quizás ahí resida la desconfianza ciudadana para re
El NO es mucho más que su disputa frente al Si. Si ganara, sería la victoria de una conciencia colectiva que le quiere poner
Pese a la propaganda triunfalista, la vi
La izquierda que el oficialismo dice representar, desechó una máxima irrebatible sobre las condiciones materiales de existencia: “la determinante económica en última instancia”. No les vendría mal releer a los clásicos marxistas. ¿Los habrán leído alguna vez?
Santa Cruz de la Sierra. 22.1.15