PABLO ZENTENO/BOLINFO
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Autoridades políticas, cívicos, analistas económicos y la misma población en su conjunto, coinciden en asegurar que el momento que tanto se temía llegó antes de lo esperado, y es que, para evitar los efectos de la caída del precio del petróleo a nivel mundial, Tarija debe dejar de depender sólo de los ingresos que le genera la explotación de recursos hidrocarburíferos en su territorio.
Ya una vez que se conoció el Presupuesto General de la Nación, las autoridades alertaron sobre la reducción ostensible que sufriría la región en la gestión 2016, producto de la baja de ingresos percibidos por la venta de hidrocarburos, documento que fue proyectado en base al precio de 45 $us. por barril de petróleo, situación que ahora se profundiza más, pues este producto ya se cotiza en 29 $us. el barril y no existe nada que indique que esta caída se pueda revertir en el futuro inmediato.
“El momento que tanto temíamos ha llegado, nuestra ex autoridad departamental se dedicó a manejar importantes recursos provenientes de la renta petrolera, sin tener en cuenta que los precios de este producto podían bajar, por lo que estamos en una situación por demás complicada, por lo que ahora se deben priorizar e invertir los recursos de manera que, con lo poco que recibimos ahora, se puedan apalancar nuevos horizontes productivos, que permitan que nuestra economía ya no dependa del gas”, aseveró el Presidente del Comité Pro Intereses de Tarija, Julio Pizarro Hoffman.
Por su parte, el asambleísta nacional, Edgar Rendón Ríos, manifestó también su preocupación por la forma en la cual se mintió al pueblo boliviano cuando se aprobó el Presupuesto General del Estado, toda vez que el partido en función de Gobierno fue alertado en repetidas oportunidades sobre la fragilidad del mismo, conociendo que la economía nacional, pero más aún de las regiones productoras como es Tarija, basan sus ingresos en los recursos que se obtienen por la venta de gas.
“El gran problema es que no tenemos otras actividades productivas que puedan cargar en sus hombros la economía regional en este momento, pero sí creo que debemos volcar todos los esfuerzos en impulsar al sector productivo e industrial de la región, entendiendo de una vez por todas que, lamentablemente, el momento de la bonanza por la explotación hidrocarburífera ya pasó”, sostuvo el representante tarijeño en el Poder Legislativo.
PRIORIZAR
LAS INVERSIONES
Como era de esperarse, la mayor contribución al PIB nominal del Departamento de Tarija, proviene de la extracción de hidrocarburos, cuya participación en el PIB básico del departamento fue de 55,4%. Le siguen en importancia, muy por debajo, los servicios de la administración pública (6,7%), la agricultura y los servicios financieros (6,6%), la industria manufacturera y la construcción (6,2%), y las actividades de transporte, y almacenamiento (5,7%). El sector comercial representó el año 2013, el cual es nuestra referencia, apenas el 3,9% del PIB. Las demás actividades tuvieron una participación en el PIB muy pequeña(alrededor o por debajo del 1%).
Está claro que la solución para la región, ante el elevado porcentaje de dependencia que tenemos en cuanto a la producción hidrocarburífera, pasaría por apalancar las actividades agrícolas y manufactureras, y es allí donde se deben priorizar las inversiones. Sin embargo, lo lógico sería cambiar las políticas de subvención que se implementaron en los últimos años, pues no dieron los resultados esperados, sin embargo, el costo social de estas medidas será también una complicación para las actuales autoridades, pese a que está claro que Tarija ya no cuenta con los recursos como para seguir disponiendo de ellos de esta manera tan discrecional.