Noticias El Periódico Tarija

Es muy cierto que en países dizque desarrollados, se esta incentivando el uso de medios de transporte distintos a los motorizados, incluso de alguna manera en una primera etapa se induce al uso del transporte público pero no porque sea la solución sino porque al ser de carácter masivo transporta mayor cantidad de personas ya que si ellas usaran sus propios vehículos requerirían de más combustible y generarían más contaminación, congestionamiento, calentamiento, etcétera. Incluso puede verse como en autopistas de grandes ciudades se habilitan vías o carriles donde esta prohibido que en un auto vaya una sola persona, se obliga a que sean dos, tres o más por cada vehículo. Expertos en la materia idean alternativas para frenar un fenómeno que crece y caotiza pero las grandes ideas van encontrando sus propios límites por el imparable crecimiento demográfico y el acceso a mejores condiciones de vida entre las que irónicamente se contempla el poder contar con un vehículo propio.

Por esa razón, se impulsa también el uso de motorizados de menos envergadura que utilicen combustibles distintos que eviten mayor contaminación. El uso de la bicicleta viene siendo impulsado bajo esa lógica ambientalista y también combatiendo el sedentarismo de estos tiempos, en los que las personas pasan horas sentadas trabajando y horas sentadas conduciendo. Es así que se van habilitando vías expresas para quienes quieren trasladarse sobre dos ruedas y sin un motor que los impulse, se van estableciendo normas que le dan preferencias a los que usan la bicicleta y limitando a quienes quieren seguir sobre sus motorizados. Existen ciudades donde por días no se permite el ingreso de vehículos a ciertas zonas dependiendo de la numeración de su placa de control, a la vez se eliminan los lugares de parqueos en las calles como un «ahuyenta autos» y también se establecen estacionamientos con limitaciones rigurosas de tiempo. Es más, se ha llegado a peatonalizar determinados lugares pero no de la noche a la mañana ni porque a algún iluminado se le ocurra, sino porque todo obedece a un plan que establece los pasos a seguir para garantizar el éxito de la medida.

Vemos con buenos ojos que en Tarija se busca eso, es muy positivo siempre y cuando se haga de manera organizada y planificada, no basta la intención pues sin la priorización de decisiones y acciones en vez de solucionar el problema lo agravamos tal cual ocurrió con la expansión de veredas y la reducción de las calles, tal cual ocurrió con la prohibición de estacionar en el centro de la ciudad sin haber generado alternativas que permitan descongestionarlo y no crear más bien un flujo vehicular constante que se tornó definitivamente en insoportable y caótico.