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DANIEL RODRÍGUEZ/BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico – Ene 16) Cuando en el departamento de Tarija se descubrió gas, los sueños y esperanzas de mejores días comenzaron a nacer en los tarijeños; incluso los ojos de Bolivia se dirigieron al sur en señal de prosperidad. Sin embargo, en menos de 15 años esa riqueza natural dio paso a la pugna de poderes, a paros en defensa del gas y las regalías, a los discursos separatistas bajo la bandera de la autonomía y en bonos rentistas para ganar algunos votos.
En la actualidad los presupuestos de las principales entidades departamentales se caen a pedacitos por el derrumbe del precio internacional de petróleo. Se habla de recorte de personal, de eliminación de programas y peor aún de una crisis económica “peor de lo que uno se imaginaba”.
En reiteradas oportunidades, desde otros departamentos se quejaron por las infladas cuentas que tenían las principales entidades de Tarija y de las pocas obras e inversiones que dejaba esa bonanza. Hoy las autoridades y líderes departamentales se quejan de la dependencia que tiene Tarija del gas y lo deja en zozobra y sin visión de desarrollo.
El mismo presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, remarcó el jueves la importancia de generar nuevos negocios para hacerle frente a la caída internacional del precio del petróleo.

Hay que cambiar
la estrategia
El expresidente de Bolivia, Jaime Paz Zamora, y su hijo, el actual alcalde municipal de Cercado, Rodrigo Paz Pereira, coincidieron que se debe cambiar la estrategia de inversión en el país para ya no depender del gas.
Por un lado, Paz Zamora comentó que el hecho económico más importante de la historia de Bolivia fue descubrir  el campo San Alberto en Caraparí porque generó el hallazgo de la reserva de Huananpampa en el Chaco. Justamente, en octubre de 1990, durante su gobierno se anunció al mundo que Bolivia  se convertía en la segunda reserva más importante del continente.
“La parte que nos debe preocupar es que desde el descubrimiento del gas en el año 1990 y desde la primera explotación en 1999, no se invirtió ese dinero en recursos alternativos al gas, entonces eso  nos pone en zozobra en este momento –dijo Paz Zamora- Todos nuestros bonos como Juancito Pinto, Dignidad, Juana Azurduy, entre otros, dependen de la volatilidad del gas. También la administración pública como la Gobernación, la Alcaldía Municipal y las universidades”.
Por lo tanto, para el expresidente obviamente cuando empiezan a bajar los precios de los hidrocarburos Tarija se da recién cuenta de su fragilidad porque no hizo nada sustentable y de su total dependencia del gas.
“Debemos reconocer que nuestra vida depende del mercado capitalista porque fija los precios de los hidrocarburos. Por lo tanto, hay que aprender las lecciones –aseguró Paz Zamora- Hay que invertir bien si nuevamente suben los precios del petróleo. No hay que tirarnos a llorar en el suelo porque de todas maneras  a pesar del bajón tenemos más plata que cuando comenzó la democracia. Esos recursos hay que usarlos ahora”.
Para Paz Zamora, hay que evitar los gastos superfluos, en empleo público y la burocracia. Por el contrario dijo que es necesario empezar a invertir en un nuevo frente productivo diferente al de los minerales y de la energía de los fósiles.
“Hay que abrir un nuevo frente, pensaba que iba a ser exitoso el Mutún con el hierro, o el litio pero tampoco arranca –sostuvo Paz Zamora- Como un plan estratégico creo que es necesario invertir lo poco que tenemos en algo que Bolivia si puede ser competitivo y ser  grandes productores de alimento en el mundo. Bolivia puede ser una oferta con productos de altura, del valle y llanos”.
De la misma manera, su hijo Rodrigo Paz Pereira comentó que el país en su conjunto depende del gas porque no hay obra nacional que no fue apalancado por los hidrocarburos.
Es hora de convocar a expertos internacionales para tomar decisiones desde el ámbito privado para reformular la estrategia –dijo Paz Pereira-  Es necesario sentarse entre el Gobierno Nacional, gobiernos departamentales y municipales con la empresa privada para hablar con claridad y asumir reajustar los presupuestos. Hay que evitar las obras faraónicas, sino ir a las cosas esenciales”.
Según la autoridad edil, no pueden existir 34 mil millones de bolivianos en caja y banco en las  empresas estatales porque ese dinero puede servir para regenerar mayor exploración, conocimiento e innovación. Asimismo, criticó la creación de normas como la Ley de Incentivos porque quitan recursos “a los más pobres” cuando se puede redistribuir la riqueza  guardada para reimpulsar la economía nacional.

Sin gas se viviría mejor
El secretario de gobernabilidad de la Gobernación de Tarija, Luis Alfaro, habló hipotéticamente y señaló que si Tarija no tuviera gas se viviría mejor porque dependería de sus fuerzas y brazos, de su conocimiento, del sudor puesto en la tierra, en la ganadería, en la agricultura y en la  industria.
“Los países  vecinos que no tienen gas están mejor que Bolivia. Por ejemplo, Paraguay empieza a ser una potencia agropecuaria – dijo Alfaro- Mientras que Tarija se volvió dependiente del gas en un 95 por ciento. El gas adormeció las capacidades humanas en el marco de lo profesional y del conocimiento”.
En este sentido, señaló que es necesario dejar de vivir del gas, dar fuerza a los productores tarijeños y fortalecer las industrias de la región porque Tarija es el único departamento de Bolivia que tiene diferentes pisos ecológicos como valle, chaco y altiplano.
Asimismo, el presidente del Comité Cívico, Julio Pizarro, explicó que el grave problema  que tiene Tarija es no poder diversificar la economía ni las inversiones.
“El exgobernador interino se dedicó a ser un presupuesto rentista en base a la renta petrolera sin tener en cuenta el horizonte y la perspectiva que los precios del petróleo iban a bajar –comentó Pizarro- Estamos en una situación complicada, tenemos dos años para amarrarnos los cinturones con la baja del barril del petróleo”.
Según Pizarro, no hay soluciones inmediatas sino hay que plantear un plan de desarrollo económico y social para ver por dónde se dirigirá los escasos recursos que quedan.
“Estamos sin plan, sin brújula, porque no estamos orientando las inversiones que más necesitamos. Hay que priorizar e invertir los recursos para poder vivir sin gas –apuntó Pizarro- Las dos mil hectáreas de vid que tiene Tarija generan 160 millones de dólares anuales. Entonces hay que ampliar la frontera agrícola y expandir  tres mil hectáreas de uva  más para salir de la crisis”. (eP)