Noticias El Periódico Tarija

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Anteriormente se había cuestionado sobre donde y como se botaba la basura generada en la ciudad de Tarija, tarea a cargo del municipio, en algún momento se denunció que solamente se la enterraba sin el menor cuidado. Jaurías de perros se disputaban el territorio con cerdos que también lo habían invadido y en medio seres humanos que peleaban por los desechos con unos y otros. Las denuncias también decían que al no hacerse el tratamiento adecuado a la basura, se estaba contaminado los suelos y los acuíferos subterráneos, ya que se mezclaban desde verduras en mal estado, bolsas pláticas y desechos medicinales con riesgo de ser tóxicos y dañinos para la salud humana. Quien fungía como alcalde era Óscar Montes y se vio empujado a actuar por las críticas surgidas pero aparentemente poco se logró pues ya la saturación de este botadero estaba cerca.
El actual burgomaestre, Rodrigo Paz, anuncio que después de una evaluación se evidencio que el vertedero municipal esta al borde del colapso, lo que hace prever que sólo se lo podrá utilizar máximo durante un año y medio más, indudablemente no se actuó con previsión ni se fue pensando en otros lugares que pudieran usarse y con más tiempo de vida, además de contar con elementos técnicos que permitan la separación de los residuos y su respectivo tratamiento.
Al mismo tiempo se debe encarar una tarea de socialización de la problemática de la basura y de educación ciudadana para que esa selección de desechos comience literalmente en casa, que sea en cada hogar donde ya se cuente con depósitos para papel, vidrios, plásticos, líquidos y metales. Que en nuestras calles encontremos más de un sólo basurero y que se induzca a la gente a discernir su uso dependiendo de que es lo que quiere botar. No es una tarea fácil, aún no hemos conseguido que se deje de arrojar basura a la calle y ya pretendemos que se clasifique esa basura, es que no hay otro camino, en nuestra incompleta tarea de educación elemental ya tenemos que adherirnos a nuevas y convenientes prácticas que se aplican en otros rincones del mundo. Y más que pensar en un futuro apoyado en el turismo, aprender y hacerlo es parte de una lógica de relación amable con nuestro medio ambiente cuidando de no degradarlo más y al mismo tiempo apostando a proteger la salud de la población.