Noticias El Periódico Tarija

///
Se dice que encontrándose al borde de la muerte, el gran Alejandro Magno (356-323 A.C.) -Rey de Macedonia (336-323 A.C.) conquistador del Imperio Persa, y uno de los líderes militares más importantes e influyentes del mundo antiguo-  convoco a sus dos generales más allegados y les comunico sus tres últimos deseos:
1.- Que su ataúd fuese transportado por los más eminentes médicos de la época…
2.- Que fueran esparcidos por el camino hasta su tumba los tesoros que había conquistado; plata, oro, piedras preciosas, etcétera…
3.- Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, a la vista de todos…
Ante esto uno de sus generales, totalmente admirado por tan insólitos deseos, le pregunto a Alejandro que le explicase cuáles eran sus razones para esos tres extraños pedidos.
A lo que el gran Alejandro explico doctamente:
1.- Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para mostrar que ni ellos tienen, ante la muerte, el poder de curar…
2.- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecerán…
3.- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver con sus propios ojos que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos…